Decenas de miles de personas han rodeado sobre las cinco de la tarde la fachada principal y un lateral de la Asamblea en un intento de abrazarla. Durante el transcurso de la concentración pacífica, la U.I.P. (unidad de intervención policial) ha cargado contra algunos asistentes, con el resultado de una persona detenida. Varios testigos afirman que el detenido es un celador del instituto psiquiátrico de Leganés de unos 40 años de edad al que se acusa de atentado contra la autoridad y desobediencia; estos mismos testigos afirman que la detención ha sido “aleatoria”.
La calle está cortada y hay unas 50 furgonetas policiales, que la policía ha movido sobre las cinco y media para interponerlas entre el edificio y los manifestantes. En unos minutos, el cordón ha pasado de ser de policías a furgonetas. A esto los manifestantes han respondido alargando el cordón y rodeando la manzana.
Los manifestantes, que portaban carteles a favor de la Sanidad Publica, han coreado lemas en defensa de la sanidad y del canal autonómico.
Después de las detenciones arbitrarias de la U.I.P los manifestantes congregados han coreado gritos como «Detente, agente, vas a ser paciente», y otras consignas contra las Fuerzas de Seguridad del Estado. Un par de ambulancias han pasado junto a la protesta para recoger a los heridos en la cargas, lo que ha provocado un sonoro aplauso, cuando los conductores han realizado con los dedos el símbolo de la victoria.
Alrededor de las 18.45 se han vuelto a producir escenas de tensión e intimidaciones por parte de la policía contra unos manifestantes que pretendían avanzar un poco mas allá del cordón. Mientras tanto, en la Cámara madrileña se debatían los presupuestos, aunque la protesta ha centrado el inicio de la sesión, cuando una decena de invitados ha sacado una pancarta contra la privatización sanitaria y han sido expulsados de la cámara. Fuera había miles de personas manifestándose y algunas fuentes han informado de que han cortado las comunicaciones de Internet mediante inhibidores que no permiten la libertad de expresión. Mientras, Echeverría comunicaba a la Cámara que iba a seguir adelante con el pleno «por mucha presión que haya en la calle».