Tal y como estaba previsto, los ex-secretarios generales del Partido Popular Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas han comparecido esta mañana ante el juez Ruz para prestar declaración en relación a la presunta financiación irregular del PP que se habría producido a lo largo de dos décadas según consta en los ‘papeles de Bárcenas’.
Los ex-secretarios habían sido citados como testigos por el juez Ruz tras la última declaración de Luis Bárcenas el pasado 15 de julio, durante la cual el ex-tesorero dio a entender que ambos habían estado al corriente de la contabilidad B del Partido Popular, cuyos documentos originales en papel ya le habían sido entregados al juez, así como abundante información contenida en un dispositivo pen drive.
En concreto, Álvarez-Cascos, que ejerció de secretario general del partido durante diez años en el período comprendido entre 1989 y 1999, aparece en los ‘papeles de Bárcenas’ como receptor de sobresueldos durante la época en la que fue ministro de Fomento, algo contrario a la Ley de Compatibilidades, y habría recibido en total una cantidad 412.390 euros. Sin embargo, los delitos del ex-secretario que se desprenderían de la documentación entregada por Bárcenas ya habrían prescrito.
Por su parte, Javier Arenas, como sustituto de Cascos, ocupó el cargo de secretario general del Partido Popular desde 1999 hasta el año 2002 y, además de aclarar en el juzgado el cobro de 4.900 euros anotado en marzo de 2010 en los ‘papeles de Bárcenas’, ha de responder por las acusaciones del ex-tesorero según las cuales Arenas habría pactado con Mariano Rajoy la remuneración sine die de Bárcenas a pesar de haber abandonado este ya el partido.
Con cerca de hora y media de diferencia en la llegada a los juzgados, tanto Cascos como Arenas han sido recibidos esta mañana a la entrada con silbidos y abucheos por varias decenas de ciudadanos indignados por la supuesta corrupción del partido en el gobierno, en su mayoría afectados por las preferentes, que les han lanzado octavillas y les han saludado con gritos de “ladrón”, “chorizo”, “corrupto” y “sinvergüenza” entre otros, exigiendo prisión para ambos.
También ha declarado Cristóbal Páez, sustituto de Luis Bárcenas en la tesorería del PP entre 2009 y 2010, quien ha reconocido haber recibido dos pagos en negro en abril de 2007 y junio de 2008 por un total de 12.000 euros.
Además de los dos ex-secretarios generales y del sustituto de Bárcenas en el cargo de tesorero, también ha acudido a declarar hoy el cajero del PP Antonio Ortiz, quien fue señalado por otro cajero del partido, Luis Molero, como receptor de sobres con dinero procedente de sobornos que el mismo Bárcenas le habría entregado en cantidades siempre inferiores a 60.000 euros para que fueran depositadas en la cuenta bancaria del partido entre seis y siete veces al mes.
En todos los casos y antes de comenzar los interrogatorios, el juez Ruz ha ordenado retirar de la sala todos los dispositivos móviles, teléfonos y tabletas, de los abogados para evitar filtraciones al exterior, ya que el pasado 15 de julio parte de la declaración de Bárcenas ante el juez fue tuiteada por uno de los abogados en tiempo real, algo que está siendo investigando por el juez.
La declaración como testigo de la actual secretaria general del Partido Popular María Dolores de Cospedal está prevista para mañana miércoles a las diez de la mañana, momento en el que deberá explicar al juez Ruz el supuesto cobro de sobresueldos durante 2009 y 2010 por un total de 45.000 euros. Al ser citada como testigo y no como imputada, según la legislación española, Cospedal tiene la obligación de decir verdad, motivo por el cual podría decidir no responder a las preguntas del juez si considera que podrían perjudicarla, ya que los delitos de la secretaria general aí que no habrían prescrito todavía.
Presumiblemente también mañana Cospedal sea recibida por los ciudadanos entre abucheos y protestas a las puertas de la Audiencia Nacional.