
Albert Rivera ha exigido que el bufete Martínez-Echevarría, para el que trabaja desde marzo de 2020, le pague su sueldo hasta 2025, dentro de las negociaciones que él y José Manuel Villegas están llevando a cabo con la firma para resolver su salida. La cantidad que pide el expresidente de Ciudadanos ronda los 500 días por año trabajado, lo que contrasta con el modelo que proponía su partido cuando lo dirigía: un contrato único de 20 días para un despido procedente y 33 si era improcedente.
Según publica El Confidencial, Rivera y Villegas, su número dos durante su etapa en Ciudadanos, han decidido esta semana dejar la empresa a la que se incorporaron en marzo de 2020, poco después de dejar la política. Según los ex políticos, la empresa ha incumplido el contrato que firmaron, por un lado al no hacer efectivo el compromiso de nombrarles presidente y vicepresidente ejecutivo respectivamente, y por otro, al no pagarles una serie de variables que también estaban pactadas. Estos motivos llevaron a ambos a reclamar a Martínez-Echeverría sus salarios hasta marzo de 2025, fecha en la que expiraba el contrato firmado.
Así, Rivera y Villegas piden a la empresa que les indemnice a falta de más de 1.000 días para esa fecha. Como los abogados llevan trabajando en ello desde marzo de 2020, la factura asciende a más de 500 días por año trabajado, una cantidad bastante superior a la que Ciudadanos propuso a sus votantes cuando gobernaba Rivera: un contrato único con una indemnización de 20 días por año trabajado si es un despido procedente y 33 si no lo es. Todo ello con un máximo de 12 mensualidades en el primer caso y 24 en el segundo.
El partido, ahora a media asta, fue uno de los principales defensores del contrato único en España, una propuesta que incluían en muchos de sus programas electorales pero que concretaron en una proposición de ley en 2018, un año antes de lograr su mejor resultado electoral, con 57 escaños en el Congreso. En el texto, explican los detalles de su propuesta: la supresión de los contratos temporales, salvo en algunos casos muy concretos (contratos de sustitución y formación), para la creación del mencionado contrato único.
El partido naranja ha defendido esta modalidad como una forma de luchar contra la precariedad que existe en el mercado laboral español y como una solución a la temporalidad. Aunque el partido no ha tocado los días de despido reflejados en la reforma laboral de 2012 -que se han mantenido con la modificación de la legislación convalidada la semana pasada en el Congreso-, sí ha incluido algunas cláusulas que han cambiado las condiciones del despido. Según los sindicatos, estos cambios abren la puerta a la posibilidad de justificar legalmente con mucha más facilidad los despidos que antes se consideraban abusivos.
Ciudadanos ha intentado negociar un sustituto de este contrato tanto con el PSOE, como parte del fallido acuerdo de nominación con Pedro Sánchez, como en varias ocasiones con el PP. Sin embargo, su propuesta legislativa de febrero de 2018 fue el intento más audaz de la formación naranja para hacerlo realidad. La propuesta fracasó estrepitosamente en el Congreso: 33 votos a favor -consiguieron convencer a los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro- y 302 en contra.
Todo esto ocurrió cuando Ciudadanos aún estaba en alza, poco antes del mejor resultado del partido en las elecciones generales de 2019. Tras la repetición de las elecciones ese mismo año, comenzó la debacle de resultados que ha acompañado al partido desde entonces: entre las dos elecciones, el partido de Rivera perdió 47 escaños, hasta los 10 que tiene actualmente. Rivera asumió la responsabilidad de los resultados y anunció que dejaba la política. Su número dos, que le había acompañado en política desde su debut en el Parlamento catalán, anunció diez días después que también dejaba Ciudadanos. Hoy, ambos reclaman a sus empresas una indemnización por despido, lo que podría haberles valido mucho más apoyo en el Congreso.
