
El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata ha sido imputado finalmente por la Audiencia Nacional por un presunto delito de “humillación de víctimas del terrorismo”, después de verse forzado a renunciar a su cargo como responsable de Cultura en el Ayuntamiento madrileño por unos polémicos tuits que, en clave de humor, escribiera cuatro años atrás.
La Audiencia Nacional atiende así la querella presentada por la Asociación Dignidad y Justicia y cita a declarar a Zapata el 7 de julio a las 10.30 horas en el juzgado central de instrucción número uno de Madrid, y llama también a declarar a Irene Villa (víctima del terrorismo de ETA que se menciona en un tuit de Zapata), en calidad de víctima y testigo del supuesto delito, el mismo día quince minutos después, aunque podría declarar más tarde si lo solicita.
Curiosamente, Irene Villa ya ofreció su visión del polémico asunto en una columna de opinión del diario La Razón, tildando los tuits de Zapata de meros chistes por los que dijo no haberse sentido “jamás ni ofendida ni aludida”. “Los chistes, francamente, son solo eso, chistes con los que uno se puede reír o no”, expresaba Irene Villa, quien apuntaba con pesar: “Lo que de verdad me duele en el alma son los insultos, amenazas que están sufriendo los propios políticos que, sin haber empezado apenas su labor, son ultrajados de una forma tan antihumanitaria, injusta e incluso demente”.
En el auto, firmado por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, también se considera como “adecuada y proporcional” la fianza de 20.000 euros que el Ministerio Fiscal exige a la asociación querellante para presentarse como acusación particular, aunque le da la oportunidad de solicitar una rebaja aportando sus presupuestos y cuentas para valorar la proporcionalidad.
Zapata se enfrenta ahora a una pena de hasta dos años de prisión, ya que la Fiscalía considera “que puede existir un delito de humillación de víctimas del terrorismo”, tipificado en el artículo 578 del Código Penal, que persigue tanto el enaltecimiento del terrorismo como la humillación de las víctimas.
Los tuits por los que se juzgará a Zapata fueron escritos cuatro años atrás, cuando aún no era un personaje de relevancia pública y sus seguidores en la red social Twitter eran pocos y cercanos, y pretendían mostrar la defensa de la libertad de expresión a través de meros chistes que, dijo, no representan su ideología ni su modo de pensar real. El concejal de Ahora Madrid ya pidió reiteradamente perdón a quienes pudieran haberse sentido afectados y dolidos por sus chistes y asumió su dimisión como Concejal de Cultura para no dañar la labor del nuevo consistorio recién formado.