
“Del Partido Popular. Si queréis cobrar, tenéis que cobrar a estos señores. Imagino que a ellos también les dirían que si no lo hacían así tendrían menos adjudicaciones de obra”. Esta ha sido la respuesta directa que el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha dado al ser preguntado “de quién fue la iniciativa de facturar así” por parte de la fiscal en el juicio iniciado esta semana en la Audiencia Nacional por la financiación irregular del PP valenciano.
Sin embargo, ha dicho que todas esas facturas eran por «servicios prestados» y que no existe ninguna por «algún trabajo que no se haya realizado». Según la Fiscalía, el PP de Valencia se financió de esta manera para que no quedase constancia de que se excedían de «la cuantía máxima admitida de gasto electoral prevista legalmente», como hicieron en las campañas de 2007 y 2008.
Correa también ha afirmado que no conoce a ningún miembro del PP valenciano, ni a Costa ni al expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, a quienes ha visto «una vez o dos». «No tenía relación con gente del PP en Valencia, sin embargo en Madrid la he tenido toda», ha dicho.
Correa ha vuelto a admitir que llevaba una contabilidad paralela, una «caja B» que administraba José Luis Izquierdo, contable de la Gürtel, bajo su supervisión: «Quien manejaba la caja B era yo y quien daba instrucciones de la caja B era yo».
Por su parte los nueve empresarios acusados en este juicio han confesado, en virtud a un acuerdo con la Fiscalía para evitar la cárcel, que pagaron algo más de 1,2 millones de euros para financiar ilegalmente al PP en las campañas electorales de 2007 y 2008.
La Fiscalía cree que el montante total que el PP valenciano no declaró por servicios de publicidad en campaña contratados a la trama Gürtel asciende a más de 1,1 millones de euros en las elecciones autonómicas de 2007; a 78.878 euros en las municipales del mismo año; y 801.810 en las generales de 2008. En total, poco más de 2 millones de euros. (Postdigital/Agencias)