El Ministerio de Defensa vuelve a aumentar el gasto público en verano. Julio y agosto se perfilan como los meses de la barbarie crediticia. En tiempos de crisis y déficit el gobierno utiliza el arranque de las vacaciones estivales como escenario perfecto para aprobar un real decreto “para atender al pago de obligaciones correspondientes a programas especiales de armamento y material” valorado en 877’3 millones de euros. Ha ocurrido por sexto año consecutivo y tiene pinta de convertirse en norma no escrita. El importe se justifica en el BOE por razones de “extraordinaria y urgente necesidad, dicha cantidad se financiará íntegramente con deuda pública”.
A finales de abril de este año el Gobierno ya autorizó un aumento en el gasto armamentístico tasado en un importe de 582’3 millones de euros. Estas dos ampliaciones del gasto encargado de gestionar y organizar la actividad militar en España han crecido un 24% durante los últimos meses. La cantidad asignada en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 era inicialmente 5.937 millones que se han convertido en 7.396 tras los dos incrementos.
Una medida extraordinaria con tradición
Este aumento calificado por el gobierno como “urgente y extraordinario” se viene produciendo desde el año 2008, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Este engorde de los presupuestos se produce ya de forma sistemática año tras año en una cuantía media aproximada de 1.500 millones de euros anuales. Sin embargo, el récord máximo lo ostenta el año 2012 cuando de 6.316 millones se pasó a 9.066.
La cuantía total destinada al Ministerio de Defensa durante los últimos seis años asciende a 43.507 millones de euros, sin sumar las partidas “extraordinarias” que se han venido añadiendo reiteradamente. Si sumamos estas ampliaciones, la suma asciende a 52.632 millones de euros, un 21% más de lo inicialmente previsto. Por otra parte, ministerios como el de Sanidad o Educación han sufrido recortes de hasta el 50% a raíz de la crisis.
Este presupuesto infinito a crédito se repartirá del modo siguiente: 2,7 millones para la Fragata F100; 371,5 millones para el avión de combate EF-2000; 2,42 millones para el carro de combate Leopardo; 46,6 millones al nuevo avión de transporte militar A-400M; 88,2 millones para el helicóptero de combate Tigre; 28,2 millones para el buque BAC; 32,4 millones para el obús 155/52; 15 millones para el misil Taurus; 69,8 millones para la Fragata F-105, un millón para el buque BAM-1; 34,5 millones para el misil C/C Spyke; 75,19 millones para el helicóptero NH-90; 5,96 millones para los Nodos CIS de la UME y 10 millones para el helicóptero EC-135.