
Fue la mano de Ana Pontón, líder del BNG, quien recordó las amistades de Feijóo y del Partido Popular en las grandes eléctricas. ‘Hay quien se sorprende de que el PP haya votado en contra de un impuesto a las eléctricas’, dijo en la sesión de control a Alfonso Rueda, ‘pero nosotros no’. Sólo hay que ver quién abraza al presidente de Iberdrola’. Rueda ignoró y ni siquiera respondió a la acusación del nacionalista de que su partido «trabaja para las compañías eléctricas».
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La pregunta inicial se refería a la crisis de precios y al deterioro de la salud pública. Pontón recordó al sustituto de Feijóo al frente del Gobierno gallego que los salarios y las pensiones han caído un 11% en Galicia en los últimos 12 meses y que la atención primaria en la región ocupa el puesto 14 en cuanto a inversión entre las 17 comunidades autónomas de España. La portavoz del BNG resumió su impresión sobre la labor de los sucesivos gabinetes del Partido Popular: «13 años de sumisión al centralismo y 13 años de oposición a la oposición». Rueda no tardó en confirmar la primera parte de la declaración. Dedicó más de la mitad de su primer discurso a atacar a los nacionalistas en cuestiones apenas relacionadas con el tema que se debatía.
