
Las peticiones semanales de subsidio por desempleo registraron la semana pasada el mayor incremento de toda la serie histórica, con un aumento de más de tres millones de solicitudes respecto de la cifra contabilizada en los siete días anteriores, hasta alcanzar un récord de 3,28 millones de demandantes de ayuda, según los datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

Todos los estados informaron de un aumento de las peticiones de subsidio por desempleo en la última semana, con Pennsylvania a la cabeza, con un total de 378.908 solicitudes, por delante de las 187.784 de Ohio y de las 186.809 de California.
«En la semana que finalizó el pasado 21 de marzo, el extraordinario incremento de peticiones se debió al impacto de la epidemia de Covid-19», explicó el Departamento en un comunicado, donde asegura que la práctica totalidad de Estados informaron del efecto adverso de la pandemia en el mercado laboral, con especial incidencia en sectores como la hostelería y el alojamiento, así como en los servicios de comidas.
Asimismo, la información proporcionada a nivel estatal incluye entre los sectores más afectados por el virus a los relacionados con cuidados sanitarios y asistencia social, artes y espectáculos, transportes y manufacturas.
La semana anterior, que concluyó el 14 de marzo, las peticiones iniciales de subsidio por desempleo presentadas en Estados Unidos alcanzaron las 281.000 solicitudes, un incremento semanal de 70.000 reclamaciones de subsidio.
Por otro lado, el paro de larga duración también registró en la semana que finalizó el pasado 14 de marzo un fuerte avance, alcanzando los 1,8 millones de beneficiarios de prestaciones por desempleo, el nivel más alto desde abril de 2018, lo que representa un incremento semanal de 101.000 personas.
DESTRUCCIÓN DE HASTA 20 MILLONES DE EMPLEOS
«Lo que parecía imposible hace solo dos semanas es ahora realidad», señalan los analistas de Oxford Economics, quienes anticipan que los cierres para contener la propagación de la epidemia están llevando a la paralización de la actividad en el país, que parece abocado a una profunda recesión que provocará el mayor incremento registrado del paro.
«Esperamos que las solicitudes seguirán aumentando a medida que siguen aplicándose cierres», añaden desde la consultora, que estima la destrucción de «entre 15 y 20 millones de empleos en las próximas semanas, lo que elevará la tasa de paro por encima del 10% en abril».
En este sentido, Aitor Méndez, analista de IG, advierte de que «lo peor podría estar por llegar», ya que las medidas en Estados Unidos llev an «más o menos una semana de decalaje con Europa, por lo que las cifras del próximo jueves podrían dejar un escenario mucho más preocupante todavía».
El pasado mes de febrero, la tasa de desempleo de Estados Unidos bajó una décima respecto al mes anterior, por lo que volvió a situarse en el 3,5%, su menor nivel desde diciembre de 1969, después de haber creado 273.000 nuevos empleos no agrícolas, lo que permitió reducir el número de parados a 5,78 millones, incluyendo 1,1 millones de desempleados de larga duración.