
En una sentencia muy contundente, el juez Juan José Escalonilla desmonta por completo el supuesto caso de los trabajadores de Podemos que cuidaban a los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias.
El magistrado, en su auto de sobreseimiento, lo deja inequívocamente claro: «No sólo no consta que Teresa Arévalo Caravallo o Gara Dolores Santana Suárez fueran responsables del cuidado de los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias, sino que tampoco consta que ninguna persona ajena a los propios progenitores se responsabilizara de su cuidado durante el tiempo que ocuparon cargos pagados por el partido político Podemos o pagados por el erario público».
Animadversión
Escalonilla repasa las supuestas pruebas aportadas por un testigo que fue despedido de Podemos, «habiendo presentado posteriormente una demanda por despido improcedente ante la Jurisdicción Social, por lo que se puede adivinar que este testigo puede tener cierto resentimiento hacia este partido político y sus dirigentes».
La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante la clausura de las ‘Jornadas Confederales sobre Personas LGTBI en la Negociación Colectiva y el Diálogo Social’, en el Hotel Marriott Auditorium, el 7 de julio de 2022, en Madrid (España).
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Por lo tanto, el magistrado concluye que no hay pruebas que apoyen una investigación. Así, afirma: «Se puede deducir, por tanto, que no existe ninguna prueba objetiva que apoye la declaración del testigo, declaración que en sí misma no puede considerarse una prueba racional suficiente».
La Fiscalía ya había trabajado en la misma línea, descartando cualquier irregularidad y atribuyendo al testigo animadversión hacia la ministra Montero.
Fuentes de Podemos dijeron: ‘¿Quién reparará todo el daño reputacional causado a Irene Montero, Teresa Arévalo y Gara Santana? Se trata de acusaciones falsas que pretenden perseguir a la gente de Podemos».