
Uno de cada tres trabajadores desempeña en España un empleo que requiere menos formación de la obtenida, o lo que es lo mismo, la tasa de sobrecualificación es de casi el 36%, una cifra que se sitúa a la cabeza entre los países de la Unión Europea (UE), cuya media es del 22,2%.
Esta tasa, elaborada por Eurostat y actualizada con datos del 2022, mide la proporción de personas que ocupan un puesto de trabajo que requiere menos formación de la obtenida respecto a la población en edad de trabajar.
Desde el 2013, primer año de la serie histórica de Eurostat, España se sitúa a la cabeza de Europa en trabajadores con más formación de la que requiere su puesto de trabajo.
Según la encuesta de población activa (EPA), a cierre del 2022 el 46,2% de los ocupados contaba con educación superior, siendo el mayor grupo por nivel de estudios, seguido de los que han completado hasta la primera etapa de educación secundaria (25,2%) y los que han completado hasta la segunda etapa de secundaria (13,66%).