
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, argumentó que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, representa una oportunidad política para garantizar «victorias que conviertan, tarde o temprano, en una España republicana».
Se refirió al «concepto de ‘libertad’, tantas veces prostituido», y defendió que ésta sólo se consigue cuando una sociedad tiene cubiertas sus necesidades básicas de vivienda, educación, sanidad y trabajo.
Reafirmó su compromiso de seguir garantizando estos servicios públicos en España a los mismos ciudadanos que, en generaciones anteriores, los obtuvieron con su «lucha, esfuerzo y sufrieron la represión».
Aseguró que su espacio político vela y promueve el diálogo, la diversidad y la pluralidad en la sociedad «frente a la España estrecha, xenófoba, reaccionaria, anticuada y fanática» que, a su juicio, quieren imponer otras formaciones.
Para Garzón, este «movimiento reaccionario, en España y en Europa, tiene una clara visibilidad y cristalización en el PP, Vox y la extrema derecha», y acusó a los ‘populares’ de ser responsables de la crisis económica de 2008 en España y de sembrar la incertidumbre y la precariedad.
Según él, el modelo económico impulsado por los gobiernos del PP, «consecuencia de una serie de actos de corrupción», y la reforma laboral de 2012, tenían como único objetivo bajar los salarios para que las familias trabajadoras pagaran la crisis financiera.
RECUPERACIÓN DE LA CONFIANZA Y NUEVAS POLÍTICAS
Ante este pronóstico, pidió a los ciudadanos que recuperen la confianza en los dirigentes políticos y que vean la política como una «herramienta útil y eficaz» que trabaja para que la economía esté al servicio de la sociedad.
También advirtió que el actual modelo económico «ignora partes fundamentales de la vida, como el cuidado y el medio ambiente», y pidió esfuerzos para combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
EL CRECIENTE FEMINISMO EN EL PARTIDO
Por otro lado, Garzón destacó la voluntad de corrección y el creciente feminismo que ve dentro del partido, en contraste con una tradición política en la que, durante años, sólo ha habido «hombres leyendo hombres».
También alabó el progreso y la trayectoria del partido en la última década, y alabó el esfuerzo colectivo y el compromiso de la militancia, «los verdaderos artífices de las políticas que cambian y transforman el mundo».