
La Policía Municipal de Madrid desalojó ayer domingo por la mañana un after ilegal en la calle de Orense del bario de Azca de Madrid por exceso de aforo donde se encontraba con varios amigos Felipe Juan Froilán de Marichalar, hijo de la infanta Elena y nieto del rey emérito Juan Carlos I.
Los agentes tuvieron que llamar a la UCES (Unidades Centrales de Seguridad) para evacuar el local en el que había 229 personas cuando el número de clientes autorizados era de 99. Además, había menores y numerosos clientes que consumían estupefacientes, sobre todo extásis y cocaína rosa.
La redada en el local tuvo lugar en torno a las 8 de la mañana del domingo, después de que los vecinos fueran alertados por ruidos procedentes del local, que tiene una licencia de sauna en vigor. A su llegada, los agentes encontraron a cientos de jóvenes en el interior, algunos de ellos menores de edad, consumiendo alcohol, drogas como cocaína rosa y fumando cachimbas.
Los agentes contaron 229 personas presentes, mientras que el aforo máximo del local es de 99. En las cabinas VIP, habilitadas para dos personas, había entre 10 y 20 jóvenes, mientras que en la sala principal había 179 jóvenes.
Los agentes solicitaron el apoyo de las unidades centrales de seguridad para vaciar el local, que fue inspeccionado por los posibles delitos de ejercicio de actividad distinta a la autorizada, presencia de menores y exceso de aforo.
A finales de diciembre, Froilán se pronunció sobre las informaciones que le relacionaban con una pelea callejera para negar su implicación en una reyerta multitudinaria a las puertas de la discoteca Vandido, en el barrio de Salamanca. «Estaba en la puerta de la discoteca cuando ocurrió algo y ahora quieren implicarme, como si yo tuviera algo que ver con una pelea», escribió el sobrino del rey en un comunicado. «Yo, si soy algo, soy una víctima. Y ni siquiera eso. Soy testigo de lo ocurrido».