Jorge Fernández Díaz decidió otorgar el pasado 3 de febrero la Medalla de Oro al Mérito Policial, con carácter honorífico, a la Virgen María Santísima del Amor.
La concesión de la medalla honorífica a la Virgen, que fue propuesta por la cofradía procesional Nuestro Padre Jesús el Rico y María Santísima del Amor, ha aparecido oficialmente hoy en el boletín de la Policía Nacional, tras haber recibido la aprobación e informe favorable de la Dirección General de la Policía el pasado día 31 de enero y de haber sido cursada favorablemente por el Ministerio de Interior tres días después.
Los motivos aducidos para la concesión de tan alta distición policial a un incono celestial se justifican, según el informe firmado por el ministro, gracias a la «estrecha colaboración» de la cofradía de la Vírgen María Santísma del Amor con la Policía Nacional «en actos celebrados durante la Semana Santa».
Jorge Fernández Díaz afirma que la Policía comparte los valores de la cofradía de la agrupación religiosa, como la «dedicación», el «desvelo, la «solidaridad» y el «sacrificio».
El portavoz del sindicato policial del SUP ha mostrado en declaraciones al diario VozPópuli su disconformidad con esta decisión: «No tengo nada contra esta Virgen, pero no me parece normal que se le dé la medalla mientras agentes que se han jugado la vida no reciben ni una palmadita en la espalda».
De esta forma, la Virgen María ya acumula su segunda medalla al honor, puesto que en septiembre de 2012 el Gobierno ya le concedió la Gran Cruz de la Guardia Civil, en este caso a la llamada Virgen del Pilar.
Los requisitos para merecer la condecoración recibida en esta ocasión por la Virgen María, según la ley que reglamenta la Orden del Mérito Policial, son “la muerte en acto de servicio o sufrir mutilaciones o heridas graves”, así como “dirigir o realizar algún servicio de trascendental importancia, con prestigio para la corporación, poniendo de manifiesto excepcionales cualidades de patriotismo, lealtad o abnegación.
También es requisito “tener una actuación extraordinaria y ejemplar” que destaque en “su valor, capacidad o eficacia reiterada en el cumplimiento de importantes servicios, con prestigio de la corporación”.
Además, realizar “hechos análogos a los expuestos que, sin ajustarse plenamente a las exigencias anteriores, merezcan esta recompensa por implicar méritos de carácter extraordinario” también puede considerarse valedero para recibir la medalla al Mérito Policial.