Durante el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy iniciado este jueves en el Congreso, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha hablado muy poco del contenido político y de las líneas estratégicas de su futuro gobierno si la moción prospera, pero sí ha tenido dos promesas dirigidas a los grupos políticos nacionalistas de los que depende su presidencia y para la UE.
Promesa para el PNV
En el caso de contentar al PNV, cuyos votos son clave para que prospere la moción de censura, Sánchez se ha comprometido a gobernar con los Presupuestos Generales del Estado para 2018 elaborados por el PP, que están al final de su tramitación parlamentaria, y que solo lograron salir adelante tras una dura negociación del partido en el gobierno con el partido vasco.
Promesa para Cataluña
En cuanto a los partidos catalanes, la moción ya contaba con el apoyo previo de ERC pero aún no es seguro el de PDeCat. En busca de estos votos, Sánchez también se ha comprometido a «normalizar» las relaciones con Cataluña si es investido presidente del Gobierno e iniciar un diálogo con el nuevo Govern de Quim Torra, una oferta de diálogo que ha extendido al Ejecutivo del País Vasco.
Promesa para la UE y los mercados
Una tercera promesa de Sánchez ha ido encaminada a calmar posibles temores en Europa y en los mercados ante un cambio de gobierno en España.
El líder del PSOE ha prometido “un Gobierno europeísta, garante de la estabilidad presupuestaria y económica, cumplidor con sus deberes europeos”, es decir, se ha comprometido a cumplir con el objetivo de déficit.
Extraña petición de dimisión a Rajoy
En su intervención, Pedro Sánchez le ha ofrecido a Rajoy dimitir para que así decaiga la moción de censura. «Dimita y esta moción de censura habrá terminado aquí y ahora», le ha emplazado.
Me desconcierta que Pedro Sánchez pida la dimisión de Rajoy mientras se está presentando él mismo como candidato a la presidencia del gobierno en una moción de censura. Además de lo extraño de esa situación el asunto es que hay que echar al PP, no solo a Rajoy.
— Alberto Garzón (@agarzon) 31 de mayo de 2018
Sánchez ha justificado la presentación de la moción de censura en la «inacción» de Rajoy ante unos «hechos gravísimos» que acredita la sentencia del caso Gürtel, como el hecho de que el PP haya concurrido durante décadas «dopado» a las elecciones fruto de la financiación ilegal.
La falta de asunción de responsabilidades políticas por parte de Rajoy tras el fallo ha llevado a Sánchez a afirmar que el «responsable» y verdadero autor de la moción es el propio Rajoy, con su «obstinación de aferrarse al cargo hasta las últimas consecuencias».
«Este escenario puede cambiar en este momento. Este debate en este segundo puede llegar a su fin. ¿Está dispuesto a dimitir aquí y ahora? Dimita y todo terminará», le ha animado.
De no hacerlo, a la Cámara no le queda «otro camino para defender el prestigio de instituciones gravemente dañadas» que censurar a Rajoy. «La mayor irresponsabilidad hubiera sido no presentar esta moción de censura ante quien es merecedor de un evidente reproche político», ha justificado.
Para Sánchez, esta moción es necesaria porque «la corrupción actúa como un agente disolvente y nocivo para cualquier país». «Disuelve la confianza en los gobernantes, debilita los poderes del Estado y ataca de raíz la cohesión social», ha alertado, avisando de que sus efectos son aún peores si se suma la sensación de impunidad y la negativa de sus responsables a asumir responsabilidades.