
PP, Vox y Cs volvieron a verse juntos en la calle. Esta vez, junto a policías y guardias civiles que se concentraron frente a la delegación del Gobierno en Madrid contra la reforma de la llamada ley mordaza, que según ellos les deja «sin protección». Las protestas se repitieron en todas las delegaciones y subdelegaciones del gobierno en España.
Santiago Abascal, Pablo Casado y Edmundo Bal acudieron personalmente a la protesta para denunciar que el Gobierno deja a los agentes «sin protección» con los cambios en la Ley de Seguridad Ciudadana. Las concentraciones son el preludio de una manifestación que se celebrará el sábado en Madrid, convocada por la plataforma ‘No a la España Insegura’, que engloba a asociaciones de agentes de la policía nacional, municipales y de la guardia civil.
Antes de la protesta oficial, Abascal, aseguró que el Gobierno está reformando la «ley mordaza» para que, cuando pierda las elecciones, «pueda incendiarlas con sus secuaces con total impunidad». Según él, la reforma «protege al delincuente».
Por su parte, Pablo Casado, subrayó que los agentes «estarán completamente vendidos» y anunció que si la reforma se «perpetra», la llevará al Tribunal Constitucional, que hace un año aprobó la ley aprobada por Mariano Rajoy, aunque la matizó.
En cuanto a Edmundo Bal, se queja de que el gobierno está enviando a los ciudadanos el mensaje de que no deben confiar en la policía, y «esta no es la manera de trabajar», dijo.
La reforma de la ley «Mordaza»
La reforma que prepara el Gobierno ha provocado muchas críticas entre los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, que se quejan de que están «desprotegidos» y que pone en riesgo su seguridad y la de sus familias. Hay varios puntos que les molestan especialmente, empezando por el hecho de que sus rostros puedan ser grabados y sus imágenes difundidas. Sin embargo, en su sentencia, el Tribunal Constitucional eliminó este tipo de grabaciones del capítulo de delitos graves.
Otra cosa que les molesta son las manifestaciones espontáneas ante hechos como las agresiones sexuales de la Manada no supondrán infracciones “cuando el ejercicio pacífico de tal derecho precise de una rápida expresión ante un acontecimiento de indudable repercusión social que no admita demora, siempre que no se cause violencia o alteración del orden público”. La carencia del trámite de comunicación no impedirá así la libertad de manifestación.
También les precoupa la limitación del material antidisturbios y la prohibición de las pelotas de goma, que serán sustituidas por pelotas de espuma, como ya ocurre en Cataluña.