Las mociones relativas a las “mentiras” de Mariano Rajoy sobre el ‘Caso Bárcenas’, presentadas por los grupos de la oposición para ser planteadas en el Pleno del Congreso de esta semana, han sido vetadas por el Partido Popular haciendo uso, una vez más, de su mayoría absoluta, por lo que los grupos parlamentarios no podrán llegar a realizar sus preguntas.
La decisión de no tramitar dichas mociones presentadas por el PSOE e Izquierda Plural ha sido tomada en la Mesa del Congreso, el órgano rector de la Cámara, con los cinco votos en contra del PP frente a los cuatro a favor que suman PSOE y CIU, quedando así fuera del orden del día, algo nada habitual.
Los grupos de PSOE e IU-ICV-CHA pretendían, al presentar las mociones ante el Pleno, que el Partido Popular respondiera por la intervención del pasado 1 de agosto de Mariano Rajoy en el Senado, en la que el presidente habló sobre la supuesta financiación irregular del PP en relación al caso de los ‘papeles de Bárcenas’, intervención que, según los partidos de la oposición, estuvo plagada de mentiras.
Mientras que la moción del PSOE buscaba que el presidente del Gobierno asumiera “sus responsabilidades políticas que ineludiblemente deben derivarse de sus mentiras”, el objetivo de la moción de Izquierda Plural era que el Congreso manifestara su “rechazo” a la actuación de Mariano Rajoy en el Senado, que habría quedado en “entredicho” a la luz de las informaciones vertidas por Bárcenas posteriormente.
En el caso de Izquierda Plural, no sólo se ha impedido que la Cámara se pronuncie sobre el comportamiento de Mariano Rajoy, sino también el debate sobre la creación de una comisión de investigación que investigue la financiación irregular de los partidos y los casos en los que haya podido darse, algo que el grupo lleva planteando repetidamente en las Juntas de Portavoces y que ha sido siempre rechazado por la mayoría absoluta del PP.
Según ha expresado tras la decisión Celia Villalobos, vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso, el rechazo de las mociones se ha producido porque el Congreso no puede aceptar un texto que recrimina al Gobierno lo que compete sólo a un partido. Sin embargo, antes de que la Mesa se hubiera reunido, María Dolores de Cospedal ya anunciaba que el PP rechazaría la inclusión de las mociones en el orden del día porque, para su partido, estarían “fuera de lugar jurídica y constitucionalmente” pues sólo se podría reprobar al presidente del Gobierno mediante una moción de censura. Dos explicaciones distintas que nada tienen en común.