El Partido Popular parece estar preparándose ya para unas terceras elecciones que, calculan, les podrían ser favorables tras la debacle interna del PSOE, al registrar este lunes en el Congreso la proposición de reforma electoral que evite acudir a las urnas el día de Navidad, una propuesta a la que este martes ha dado el visto bueno la Junta de Portavoces de los partidos políticos.
De este modo, añadiendo una disposición adicional a la LOREG referente a la repetición de los comicios, el período electoral se acorta, pasando de los 54 días establecidos a 47, una semana menos, entre la fecha de la convocatoria de las elecciones hasta su celebración, con lo que la fase de campaña electoral queda reducida de 15 a 8 días.
La aceptación como válidos de los tramites realizados para los comicios precedentes implica que se prorroguen las mismas juntas electorales provinciales y de zona, que los partidos puedan ratificar sus representantes legales y se da opción a dar por renovadas las mismas coaliciones que se inscribieron la vez anterior, aprovechando las mismas candidaturas. Los partidos extraparlamentarios tampoco tendrán que volver a recoger los avales para presentarse si ya los presentaron para la última cita a las urnas.
En cuanto a la inquietud planteada por la Marea Granate sobre el consecuente acortamiento también para la inscripción en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), la reforma de la ley contempla que los exiliados españoles no tengan volver a pasar por el voto rogado, ya que pueden aprovechar la solicitud anterior.
Plazos de la reforma de la LOREG
Según el procedimiento de urgencia, el debate de totalidad de la proposición de ley de reforma de la LOREG será el 18 de octubre, el día 20 se celebrará el pleno para su aprobación y remisión al Senado, donde se tratará en el pleno del 25 de octubre.
Una vez aprobada por el Senado, la reforma debe aparecer publicada en el BOE el 28 de octubre como muy tarde para que pueda estar en vigor antes del 1 de noviembre, día en el que se dan por disueltas las Cortes en el caso de que finalmente no haya un presidente investido.
La reforma de ley seguirá este curso sin incidentes, ya que no se prevé que surja una oposición a su aprobación en el Congreso, donde requiere el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara (176 diputados), ya que todos los partidos políticos han mostrado su interés en evitar llamar la ciudadanía a las urnas el día de Navidad.