
El adelanto de las elecciones generales ya es oficial y la fecha finalmente elegida es el 28 de abril, tan solo un mes antes de los comicios autonómicos y municipales que se celebrarán el próximo el 26 de mayo.
Así, Sánchez ha aprovechado su comparecencia ante la prensa desde Moncloa para fijar cuál será el debate central de la campaña: «hablar de si queremos una España constitucional que hace transformaciones para conquistar su futuro o vive de un tiempo pasado que no tuvo por qué ser mejor».
Intereses partidistas de la oposición
A los partidos independentistas catalanes, Sánchez les ha retado a que le expliquen a los parados de más de 52 años en Cataluña que por su «empecinamiento en negociar la autodeterminación» de Cataluña se van a quedar sin recuperar su derecho al subsidio de desempleo, o que les expliquen a las mujeres que cuidan de sus familiares dependientes que el Estado no volverá a pagar por ellas las cotizaciones a la Seguridad Social por esos trabajos.
El presidente ha reivindicado la gestión que ha hecho el Gobierno de la crisis en Cataluña, donde dice que ha cogido «el toro por los cuernos» frente a la inacción del Ejecutivo anterior de Rajoy, con el que se celebraron dos referendos de autodeterminación y tuvo lugar una declaración de independencia.
Sánchez ha asegurado que él, en relación con Cataluña, siempre defenderá «el diálogo dentro de la Constitución», pero ha advertido de que fuera de la Carta Magna y la legalidad no cabe «nada», algo que saben los independentistas pero también PP y Ciudadanos, pese a que en ocasiones propicien debates «absurdos por infantiles», infundiendo sospechas de pactos ocultos entre Sánchez y el soberanismo.
Con respecto a PP y Ciudadanos, Pedro Sánchez les ha acusado de anteponer siempre sus intereses partidistas a los de todos los españoles, y se ha mostrado sorprendido de que Ciudadanos ponga un «cordón sanitario» en torno al líder socialista pero no se lo ponga a la «extrema derecha» de Vox, en referencia a las palabras de Albert Rivera de que no pactará con el ‘sanchismo’, una expresión con la que pretende excluir de este cordón a algunos barones socialistas con los que Rivera sí estaría dispuesto a pactar.
Se ha quejado en particular de que las derechas le acusen de humillarse ante el independentismo, cuando él ha demostrado su compromiso con la defensa de la Constitución y ha estado al lado del presidente Rajoy cuando hubo que aplicar por primera vez el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Cuando las tres derechas se manifiestan en Colón, ha expresado Sánchez sobre la concentración del domingo pasado, no lo hacen en defensa de España ni de la Constitución, sino «para echar a Sánchez».
La acción de nueve meses de Gobierno
A pesar del bloqueo que ha sufrido a la acción de su Gobierno, Sánchez ha sacado pecho de que en estos 9 meses el Ejecutivo ha sido capaz de aprobar 13 leyes y 25 reales decretos, ninguno de los cuales, ha dicho, «va en contra de la mayoría social del país».
Una actividad y producción legislativa que ha contrapuesto con la última etapa del Gobierno de Rajoy, sustentado por un partido, el PP, que estaba «más pendiente de defenderse ante los tribunales» que de defender los intereses de los españoles, cuyas urgencias sociales no atendía, ha denunciado Sánchez.
El presidente ha enumerado algunas de las medidas que su Gobierno ha conseguido sacar adelante, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros, la derogación del impuesto al sol, la recuperación de la sanidad universal y del poder adquisitivo de las pensiones, el aumento de las becas, o las medidas del Pacto de Estado contra la violencia de género, entre otras.
