El diputado por Unión del Pueblo Navarro (UPN) Carlos Salvador Armendáriz vuelve a abanderar su lucha contra el aborto y a favor de endurecer aún más la reforma de Gallardón echando mano de las fotografías de fetos humanos.
El único partido que apoya por completo, junto al Partido Popular, la reforma de la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo para hacerla más restrictiva, ha presentado en el Congreso una propuesta para que en el futuro código se incluya un nuevo artículo que obligue a las mujeres que deciden abortar a contemplar la ecografía que muestre la imagen del feto en ese momento.
Según Salvador, se trata sólo de “información” y “una imagen vale más que mil palabras”, por lo que propone que las mujeres reciban en un sobre cerrado la foto del feto además de un listado de ayudas públicas e información sobre la asistencia sanitaria que recibirían en el caso de continuar con el embarazo.
Navarra es la comunidad autónoma que desde siempre ha planteado más objeciones al aborto y ha imposibilitado al máximo el acceso de las mujeres navarras a la interrupción de su embarazo en la sanidad pública, dejándolas en un gran desamparo respecto al resto de las ciudadanas españolas. Esta dificultad comenzó a finales de los años ochenta a causa de las denuncias del Opus Dei contra médicos abortistas, ejerciendo tal presión sobre ellos que en su mayoría han recurrido a la objeción de conciencia para evitar las confrontaciones, además de la falta de fondos públicos que para esa finalidad se han destinado desde la comunidad.
UPN justifica ahora esta propuesta enmarcándola en el ejercicio del derecho a la información y recurre al ejemplo de Wikileaks para apoyarse en que “la información genera continuos debates bien sobre sus límites éticos y legales, bien sobre la capacidad para influir y mover a las sociedades y grupos en una determinada dirección”. “Cuando hablamos de información, no podemos negar su enorme poder para influenciar”, añade.
El presidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI), Santiago Barambino, considera que “informar no es intentar disuadir a las mujeres de abortar”, lo que supone una “tortura psicológica”, y que, ya que las mujeres “abortan porque lo necesitan, no porque no sepan lo que tienen dentro”, el objetivo de la propuesta de UPN es solamente el de hacer que la mujer se sienta “moralmente culpable”.
La decisión de abortar no es, para los expertos, algo tomado a la ligera sino que surge después de muchas consideraciones previas por parte de la mujer. El “mal acompañamiento” que supondría este intento de disuasión en el último momento podría acarrear para la mujer que finalmente interrumpe su embarazo el padecimiento del “síndrome postaborto”.