
El ex presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, volvió a hablar de populismo, pobres y ricos en el evento Liderazgo Político y Reglobalización en América Latina, España y Europa, celebrado en la Casa de América y organizado por Thinking Heads.
Hace sólo tres semanas, Rajoy habló de pobres y ricos en el Foro de La Toja, que se celebró en O Grove (Pontevedra) y al que asistió junto a Felipe González.
«Hay una cuestión que me preocupa mucho, que es la reanimación del viejo debate entre ricos y pobres. Esto es muy peligroso. Esto es populismo. Es Perón, con todo respeto. Pusimos a Perón y a Robin Hood en el gobierno y ya hemos cuadrado el círculo», dijo el ex presidente ‘popular’, destacando el peligro de este debate.
Ahora vuelve a la carga: «El populista es el que divide y polariza, el inquisidor, el que habla de la casta y despotrica contra los banqueros, los presidentes de las empresas, los cardenales y hasta los seminaristas, es decir, contra la gente que hace las cosas, aquella a la que la vida le va bien o parece que le va bien».
Para Rajoy, «los populistas hacen política dividiendo a la gente en ricos y pobres», e insistió en que «no es un buen objetivo intentar acabar con los ricos».
«Es mejor intentar deshacerse de los pobres y hacerlos ricos. Esto es probablemente más complejo y difícil, pero es un objetivo mucho más moral que el otro. El populismo es contagioso y una nota muy contagiosa de los populistas es dividir en buenos y malos», concluyó.
Rajoy alabó el pacto de rentas de Costa en Portugal y consideró «populista» que Sánchez busque «dividir entre ricos y pobres».
El ex líder del PP también advirtió que «el populismo puede ser de extrema derecha, de extrema izquierda o de nada». «Lo mismo puede ser un millonario neoyorquino, un comunista español fascinado por las dictaduras tropicales o un ultraderechista xenófobo del centro de Europa», ejemplificó.
Además, el ex primer ministro elogió el pacto de rentas logrado por el primer ministro portugués António Costa.
‘Costa logró un pacto de rentas, subió las pensiones progresivamente hasta un máximo del 4% y deflactó el tipo del IRPF para que los impuestos no se trasladen a los incrementos salariales. Esto es actuar con responsabilidad», dijo.