Desde la llegada de Rajoy al Gobierno, los recursos destinados a la lucha con la violencia machista se han ido reduciendo dramáticamente, incluido el número de agentes destinados a esta labor.
La reducción ha sido progresiva, así en 2013 el número de policías se redujo en 93, disminuyendo la plantilla hasta los 1.462, para volver a bajar en 2014 a los 1.386, en 2015 hasta los 1.343 y otra bajada más en 2016 hasta los 1.331.
Aunque el número de agentes de la Policía Nacional se ha reducido en general al pasar de los 71.190 agentes en 2012 a los 64.521, el porcentaje de reducción es del 9,4%, mucho menor del casi 15% menos que afecta a la lucha contra la violencia machista, un campo en el que el recorte ha sido mucho más acusado y que hace plantearse cuál es el interés del Gobierno del PP en proteger a las víctimas.
