La voluntad de los jueces afines al PP se impone y Zapata irá a juicio el 7 de noviembre

Manos Limpias continuará en este procedimiento dada la situación judicial del máximo responsable del sindicato, Miguel Bernard, en prisión desde abril.

La decisión de juzgar a Zapata fue adoptada por los magistrados de la sección segunda Enrique López y Concepción Espejel -recusados en el caso Gürtel por su afinidad ideológica al PP- y contó con el voto en contra del tercer miembro del tribunal, José Ricardo de Prada -que pasó a integrar el tribunal que juzgará Gürtel tras ser admitidas las recusaciones-.

En un voto particular, De Prada descartó la existencia de delito porque la propia Villa dijo no sentirse ofendida y reprochó a López y Espejel que hicieran «prevalecer los criterios personales o sesgos políticos o ideológicos». A juicio de los dos magistrados que acordaron la reapertura del caso, el tuit en cuestión: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos» se debe poner en relación con otros mensajes similares de Zapata.

Entre ellos: «Ser comunista nunca ha sido tan sencillo, es sólo un poco más sencillo que ser de ETA» o «Se confirma que ETA, además de criminal era idiota, con la cantidad de simpatizantes y aliados que tenía, no fue capaz de tomar el poder».

Y es que esos comentarios, señalaban, «pueden indicar un cierto grado de desprecio a las víctimas del terrorismo, y una cierta y bastante manifiesta trivialización del terrorismo que podría exceder de lo que es un mero ejercicio del humor negro», contexto en el que Zapata quiso justificar esos tuits.

Cuando Pedraz dio carpetazo a este asunto, argumentó que el comportamiento de Zapata encajaba en el ejercicio del derecho de expresión y que «su intención en modo alguno era lesionar la dignidad de las víctimas».

Al analizar el comentario sobre Villa o el que hizo del holocausto nazi -«¿Cómo meterías a 5 millones de judíos en un seiscientos?, en un cenicero»-, Pedraz observó que iban entrecomillados, lo que le llevó a concluir que «no es una oración elaborada por el Sr.Zapata» sino que la oyó en la calle «hace tiempo».

Asumía así la versión del concejal, que cuando declaró explicó que se trataba de «citas de expresiones que en su momento recordó de cuando era pequeño, en un debate sobre libertad de expresión».

De este modo, Pedraz concluyó que «difícilmente el Sr. Zapata se pudiera representar ‘seriamente’ ese posible daño a las víctimas» y «teniendo en cuenta que publicó esos tuits hace cuatro años» se pregunta: «¿Acaso él sabía que iba a tener un cargo público, que alguien iba a ‘rebuscar’ en su pasado ‘tuitero’ y luego, por ser concejal, iba a tener la repercusión que ha tenido?».

(Postdigital/Agencias)