El Gobierno sospecha que Suiza ha decidido enviar las comisiones de las cuentas de Bárcenas a la Justicia española como vendetta contra el gobierno de Rajoy por no extraditar a Hervé Falciani, el empleado del HSBC que robó 130.000 ficheros informáticos con nombres de evasores fiscales de todo el mundo y que se encuentra bajo disposición judicial en España desde el pasado mes de junio, según fuentes gubernamentales.
Según miembros del actual Ejecutivo de Mariano Rajoy, hay dudas sobre las razones por las que las autoridades suizas han decidido enviar todos los datos bancarios relacionados con el extesorero del PP al juez Pablo Ruz después de casi dos años y medio desde que Grazón, que investigó el caso Gürtel durante un tiempo, solicitara estos datos al país helvético, considerado como paraíso fiscal. Con estos datos se ha descuberto que Bárcenas llegó a acumular en varias cuentas hasta 22 millones de euros de procedencia desconocida.
Según informa el confidencial.com, fuentes del gobierno creen que no es coincidencia que el «escándalo Bárcenas» haya estallado en el mismo período de tiempo en que Falciani, el hombre que informó a las autoridades europeas de las personas que evadían impuestos dentro del continente y que es reclamado por la Justicia helvética por revelación de secretos bancarios, esté en libertad bajo vigilancia en España.
El pasado mes de junio, Falciani fue arrestado en cumplimiento de una orden internacional de detención cuando intentaba entrar en España por barco. Desde entonces, a pesar de sus servicios al fisco de todos los países europeos, el exempleado de HSBC ha estado en prisión a la espera de que la Audiencia Nacional acordara si concedía su extradición a Suiza para ser juzgado, y lo más seguro condenado, en el país helvético. Esta decisión todavía no se ha tomado, pero el órgano judicial optó por dejarle en libertad hasta que se resuelva su entrega, tal y como le había solicitado la Fiscalía. El 12 de diciembre se dejó a Falciani en libertad, aunque protegido y vigilado.
Falciani se encuentra en estos momentos en un lugar desconocido de la geografía española, aunque existen informaciones referentes a una posible negociación con el gobierno de Estados Unidos para que Falciani acabe residiendo allí, donde disfrutaría de condición de testigo protegido a cambio de los ficheros con los nombres de los evasores.