Hoy en Roma ha tenido lugar una gran movilización contra la precariedad y las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno de Letta. Más de 100.000 personas participaron en la manifestación que comenzó a las 14:30 en la Piazza San Giovanni. Muchas personas habian acampado allí ya desde el día anterior, después de la huelga general de los sindicatos mayoritarios del país.
Distintos movimientos sociales habían convocado o secundado esta protesta, tales como colectivos sociales por el derecho a la vivienda, movimientos contra la crisis, centros sociales y, en general, multitud de personas en situación precaria y estudiantes que han marchado por el centro de Roma bajo el lema «Por una sublevación general contra la austeridad y la precariedad. Dignidad e ingresos para todos».
La manifestación puede considerarse un éxito a pesar del inmenso despliegue policial desde horas antes, cuando la Policía llegó a bloquear y registrar los distintos autobuses que llegaban a la capital italiana a la búsqueda de manifestantes.
Disturbios y enfrentamientos
Durante la manifestación y saliéndose de la ruta prevista, algunos grupos han llevado a cabo acciones contra el Ministerio de Economía y el Ministerio de Infraestructuras Públicas, donde se han producido fuertes enfrentamientos con la Policía. El banco Monte dei Paschi también ha sido uno de los objetivos que ha sufrido el asalto de los manifestantes, quienes aseguran que fueron provocados por la Policía, que contaba con el apoyo de los fascistas de Casapound y que han intentado, sin éxito, interrumpir el flujo de la marcha a su paso por la céntrica zona de la estación Termini.
En el asalto al Ministerio de Economía, los manifestantes han sitiado el edificio durante una hora completa mientras este era protegido por un fuerte despliegue policial de numerosas unidades antidisturbios, que han recibido los impactos de bombas de papel, botellas y objetos diversos. También se han registrado incidentes en la embajada alemana.
La manifestación ha concluido en la histórica Porta Pia, donde los manifestantes han plantado sus tiendas de campaña creando un centro multimedia de redes sociales y un comedor popular para cubrir las necesidades primarias de los participantes, desde allí se ha convocado una asamblea para mañana domingo a las once de la mañana, en un ambiente muy similar al que protagonizaran los «indignados» españoles hace más de dos años.