Veinte de las mayores multinacionales españolas no pagan ni el 2% de sus beneficios globales en impuestos. Estas cifras, publicadas este lunes por la Agencia Tributaria en una explotación estadística del informe país por país, prometen alimentar el argumento del Gobierno en los próximos días para impulsar un tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades para las grandes empresas, como parte del pacto presupuestario para 2022 que están ultimando los socios de la coalición. En cambio, las grandes multinacionales españolas en su conjunto pagaron una media del 18% de sus beneficios.
Las cifras proceden del informe país por país (CBC) generado por el formulario de declaración de la renta 231 que deben rellenar las empresas matrices de las multinacionales con un volumen de negocios neto consolidado a nivel mundial superior a 750 millones de euros. Este ejercicio forma parte de los mecanismos de intercambio de información entre administraciones fiscales previstos en los acuerdos de la OCDE sobre la erosión de la base y el traslado de beneficios (BEPS).
El documento revela que en 2018, España contaba con 122 empresas multinacionales que facturaban más de 750 millones de euros en todo el mundo. Estos grupos, que contaban con 15.085 filiales (de las cuales el 67%, es decir, 10.197, eran extranjeras) tuvieron un volumen de negocios global de 858.483 millones ese año.
El grupo, que obtuvo un beneficio de 91.809 millones de euros ese año, pagó 16.800 millones de euros en concepto de impuesto de sociedades, lo que equivale a una media del 18,3% de sus beneficios globales (18,6% en términos de devengo).
Desglosando la fiscalidad por territorios, el informe muestra que el tipo efectivo pagado por estas multinacionales en España fue del 16,9% en 2018, en línea con el tipo de la UE del 16,25%, pero cuatro puntos porcentuales menos que en los territorios extracomunitarios donde operan (20,9%). En cuanto a la regularización, la tasa efectiva es del 14,8% en España, del 16,89% en la UE y del 23,7% fuera de ella, casi nueve puntos más que en nuestro país.
A partir de ahí, Hacienda señala que las 77 multinacionales que menos impuestos pagan suponen el 49,3% de la facturación de todo el grupo, el 53,4% de los beneficios totales, el 53,2% de los empleados y el 54% del capital, pero sólo aportan el 26,5% de los ingresos que estas grandes empresas obtienen del impuesto de sociedades.
Además, el 16% del total de las multinacionales analizadas, apenas veinte grupos, sólo aportaron el 1,9% de su beneficio global a través de los impuestos: 336 millones sobre un beneficio de 17.833 millones.
Para arrojar más luz sobre estas cifras, el Ministerio de Hacienda recuerda que la semana pasada el Consejo Europeo llegó a un acuerdo sobre la nueva directiva europea que establece la obligación de que las multinacionales europeas declaren públicamente los beneficios generados y el pago de impuestos en las distintas jurisdicciones de la Unión Europea y en aquellas que la UE considere poco cooperativas.
A pesar de las llamativas cifras de este informe, hay que subrayar que una cosa es gravar todos los beneficios de las empresas y otra las bases imponibles de su actividad, que es por lo que realmente tributan.
Así, según los últimos datos oficiales de la Agencia Tributaria, las empresas españolas pagan un tipo medio efectivo del impuesto de sociedades del 21,48% (y del 19,29% en el caso de los grandes grupos) frente al tipo impositivo nominal del 25% (30% en el caso de bancos y petroleras).
Lo que el Gobierno trata de evitar es que una parte del grupo de grandes empresas acabe pagando un tipo efectivo inferior al 15% gracias a los beneficios fiscales y las deducciones. Esta medida forma parte del acuerdo global entre la OCDE y el G20 para desarrollar un marco fiscal internacional común para las grandes empresas, que les permitirá pagar impuestos en todas las jurisdicciones en las que operan (aunque no tengan su sede) a un nivel mínimo común.