El Valle de los Caídos es un coladero de dinero público por múltiples agujeros. Una de ellos es la Abadía del Valle de los Caídos, un monasterio de religiosos católicos que ha recibido 1,7 millones de euros en subvenciones desde 2012 para atender los gastos corrientes de la escolanía y el centro religioso, a razón de 340.000 euros cada año, según los datos facilitados por el Gobierno al Congreso.
Sin datos sobre los bienes de la fundación
Hurtado quería saber los bienes que posee la fundación, pero el Gobierno le ha respondido que los mismos no constan en el Inventario General de Bienes y Derechos del Patrimonio Nacional porque la entidad sólo se encuentra transitoriamente administrada y gestionada por el Consejo de Administración del Patrimonio Nacional y está pendiente desde 1982 de un reglamento relativo a los reales patronatos.