La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre ha criticado hoy en Sevilla que algunos movimientos que rechazan la fiesta de los toros lo hacen «por ser antiespañoles, que lo son porque saben muy bien que los toros simbolizan mejor que nada la esencia misma de nuestro ser español».
Por eso, subrayó: «el amor a los toros me lo transmitieron después del cristianismo y del amor a la Patria, que son los valores esenciales que aprendí en mi casa, por eso también comprenderán que a lo largo de toda mi vida política siempre haya procurado defender y fomentar nuestra Fiesta Nacional por antonomasia».
La líder popular aludió al ataque antitaurino, reconociendo que los toros «siempre han tenido sus detractores», aunque «los que ahora se oponen a la Fiesta no están ni mucho menos a la altura intelectual de los que la repudiaban hace un siglo» en alusión a figuras de las letras y el pensamiento como Joaquín Costa, Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Ramón y Cajal o Giner de los Ríos». En contraposición, Aguirre citó a otros intelectuales que abanderan hoy la defensa de la fiesta como Boadella, Savater o Gómez Pin.
Esperanza Aguirre también hizo un canto a los valores que representa la fiesta de los toros: «posiblemente nuestra sociedad de hoy no da valor al valor; hay demasiados cobardes en todos los ámbitos», para añadir que «ser valiente es un valor, un mérito, una virtud y hay que reconocerlo así, como lo reconocen los millones de aficionados que van a los toros desde hace siglos».
Con este recorrido sentimental, personal y familiar, la expresidenta madrileña ha pregonado la fiesta, en un acto celebrado en el teatro Lope de Vega de Sevilla, organizado por la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento de la Ciudad para dar el pistoletazo de salida oficial a la temporada taurina hispalense.
La dirigente popular fue presentada por otro ex presidente de una comunidad autónoma, el andaluz José Rodríguez de la Borbolla, que centró su intervención en la defensa de la idea de España, «cada uno con su propia manera de verla y de entenderla, pero todos nosotros queriéndola y sintiéndonos de ella porque España existe, no es una invención histórica ni una realidad estatal contemporánea».
(EFE).