El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha comparecido en el Congreso de los Diputados a puerta cerrada (sin cámaras, sin transcripciones, sin actas, sin prensa, sin público).
El grupo parlamentario de Alberto Garzón (IU) y de Joan Coscubiela (ICV), como ya avisó la semana pasada, ha procedido al registro audiovisual de la sesión para tratar de hacerla llegar a la ciudadanía, cosa que no ha sido posible en tiempo real debido al boicot de las telecomunicaciones ejercido desde el Congreso, donde se ha cortado la señal wi-fi y se han usado inhibidores de frecuencia para inhabilitar teléfonos y dispositivos móviles.
Posteriormente, en diferido, la web de ICV ha hecho públicas las grabaciones de la comparecencia de Draghi, así como también ha recorrido la red la intervención del diputado Alberto Garzón, que no ha escatimado en acusaciones al presidente del BCE.
Intervención ‘completa’ del diputado por IU, Alberto Garzón, en la sesión a puerta cerrada del Congreso durante la comparecencia del presidente del BCE, Mario Draghi:
«Usted viene como representante aquí de un poder antidemocrático, y el mejor ejemplo de esta cuestión es esta comparecencia y sus condiciones de clandestinidad en una sesión secreta, alejada de la ciudadanía y, lo más preocupante de todo, que usted no viene aquí como consecuencia de un procedimiento normal en el que tenga que rendir cuentas en los parlamentos nacionales, ni a ninguna entidad legítima, viene por circunstancias ajenas a esta cuestión. Y aparece aquí presentándose como un dios monetario todopoderoso, una persona cuya palabra es capaz de calmar y tranquilizar a los mercados, y es cierto, pero también el BCE tiene una palabra capaz de chantajear y extorsionar a los países y aplicar y condicionar sus políticas sociales, sus políticas económicas, sin que ello derive de la legitimidad del pueblo.
En definitiva, la filosofía del BCE se corresponde más con la herencia de Platón y Aristóteles, que denunciaban la democracia porque decían que la ciudadanía no podía meterse en asuntos que fueran tan importantes; es alergia a la democracia lo que tiene el BCE, y nosotros queremos aprovechar para denunciarlo.
Pero además resulta que el BCE es el banco central más independiente del mundo, pero independiente de las personas, no independiente de la ideología. La constitucionalización del objetivo exclusivo de la inflación es un objetivo ideológico que sirve sobre todo a las entidades financieras y no a la ciudadanía. No hay banco central en el mundo idéntico al BCE, ni siquiera la Reserva Federal, ni siquiera el Banco de Japón. De ahí que tengamos tan diferentes políticas monetarias aplicadas en el mundo.
No nos resulta tampoco ajeno, Sr. Draghi, cuál es su trayectoria profesional y cuál es su procedencia más inmediata. Esto podría explicar perfectamente por qué el BCE no hizo nada mientras se gestaba la crisis. El BCE elabora unos informes muy elegantes de estabilidad financiera y está claro que estabilidad financiera no es precisamente lo que hemos tenido en los últimos años. Es el reflejo de que el BCE ha fracasado y en cualquier país normal, en cualquier institución normal, esto habría derivado en consecuencias políticas e incluso penales. En este sentido, probablemente el Sr. Trichet tendría que haber pasado ya por un juzgado.
Pero además es que resulta que cuando se puede hacer algo pasan cuatro años para que el BCE, en boca de usted, diga “haré lo que tenemos que hacer”. Cuatro años. Y en ese recorrido, usted también tiene una importancia brutal porque le pilla más que un año y medio desde entonces. ¿Qué pasó hasta en esos cuatro años? Pues pasó que se permitió la presión de los especuladores sobre la deuda pública. Pasó que se permitió todos los paraísos fiscales. Pasó que se permitió la extorsión de los especuladores en los diferentes países. Pasó todo eso y el BCE no hizo nada, así que, por actividad y por pasividad también es responsable de los recortes en las prestaciones sociales, en la educación, en la sanidad, etc., que, por supuesto, tienen consecuencias sociales, como no puede ser de otra forma. En esos cuatro años se permitió y se sigue permitiendo en cierto sentido el enriquecimiento de una minoría y el rescate a los bancos, evidentemente ahí también tiene usted responsabilidad y probablemente debería estar acompañando a Trichet en esos tribunales.
Pero, ¿qué ha hecho el BCE en consecuencia? Pues ha estado rescatando al sistema financiero, ha estado dando ayudas, inyecciones billonarias de euros al sistema financiero, flexibilización de las garantías…»
Llegado a este punto de la intervención de Alberto Garzón, el presidente de la cámara llama al orden al diputado diciendo “compórtese”; Garzón responde defendiendo su propia argumentación como adecuada e insiste en ella, continuando con su exposición, pero sólo puede registrarse durante unos segundos más, pues, de repente, una mano se coloca sobre el objetivo de la cámara que graba subrepticiamente y ésta finaliza abruptamente la grabación.