La persecución de la libertad de expresión en las redes sociales no está resultando exitosa esta semana. Si el pasado miércoles el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivaba por segunda la vez la denuncia contra el concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata por sus chistes en Twitter, este viernes ha sido el juez José de la Mata quien ha archivado la causa abierta contra el líder del grupo de rap Def con Dos, César Strawberry.
César Strawberry fue detenido el pasado mayo en el marco de la ‘Operación Araña’ por los comentarios que publicó en la red social Twitter sobre el Rey Felipe y víctimas de ETA, como el funcionario de Prisiones José Antonio Ortega Lara o el almirante Luis Carrero Blanco, por lo que se le imputaban delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas e injurias al Rey, que el músico calificaba como “persecución política”.
En un auto notificado este viernes, el juez de la Mata acuerda sobreseer de forma provisional el caso seguido contra ‘César Strawberry’ argumentando que los ocho mensajes identificados, desde noviembre de 2013 a julio de 2014, no denotan una conducta habitual o reiterada de ensalzamiento del terrorismo.
Según el juez, desde la «particular concepción del arte y la cultura, el imputado ha mostrado en público a lo largo de años compromiso social con distintas causas, expresándose siempre, eso sí, desde una estética provocadora, irónica y sarcástica, buscando generar en los receptores perturbación, disconformidad o escándalo» y haciendo incluso alusiones a la violencia como «recurso artístico».
Precisa De la Mata, que si bien ello no implica «una patente de corso» para «manifestarse irresponsable e impunemente», sí que hay que analizar cuál es la finalidad o razón pretendida y, en este caso, las expresiones utilizadas no manifestaban admiración por ninguna organización terrorista, ni justificaban sus conductas.
A juicio del magistrado, los comentarios que hizo sobre Esperanza Aguirre, el funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara o las referencias a los Grapo «no expresaban admiración por ninguna organización terrorista o sus miembros, ni tampoco por sus hechos criminales».
Aunque De la Mata califica las expresiones de “desafortunadas y deleznables”, considera las frases «meramente colaterales», ya que interpreta que la finalidad de esos tuits era «enfatizar la oposición del imputado a las ideas políticas de esas personas, más no alabar organizaciones terroristas» ni desear o justificar actos terroristas.
A este respecto, hace alusión a la frase: «el fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre, política del Partido Popular me hace añorar hasta los Grapo», y señala que la misma «admite incluso una interpretación distinta y contraria a la pretendida por el Ministerio Fiscal, en la que esta banda terrorista merece al autor una consideración negativa, al referirse a la misma, como un mal indeseable».
En cuanto a los mensajes tales como «Cuántos deberían seguir el vuelo de Carrero Blanco», «Street fighter, edición post-ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina» o «¿Se puede llevar una camiseta con un estampado de Miguel Ángel Blanco? Lo pregunto desde el respeto y el verano», el juez los califica de «manifestaciones de humor negro».
«Más allá de la falta de respeto», añade el auto, en esas frases «no resulta con la debida claridad que su intención específica fuera realizar una invocación genérica y retórica a favor de la continuación del terrorismo» ni tampoco la de menospreciar la dignidad de las víctimas.
Para aclarar las intenciones del imputado con sus mensajes, el juez ha analizado el contenido de su obra y considera acreditado que expresa «ideas de fuerte compromiso social: defensa de la libertad de expresión, reivindicación de derechos civiles, lucha contra el maltrato a las mujeres y a la infancia, lucha contra el integrismo religioso o discriminación contra los homosexuales, entre otras causas».
Estas circunstancias, añade el auto, «son relevantes para comprender los referentes culturales y artísticos del imputado, que envuelve en una estética de acción con alusiones a la violencia como recurso ‘artístico'» y pone como ejemplo títulos de algunas de sus canciones o de sus albúmes como «Magnicidio» o «Armas pal pueblo».
Todo ello, entiende De la Mata, «constituyen poderosos contraindicios que pueden ayudar a dotar de veracidad ciertas justificaciones o explicaciones» sobre la intencionalidad de sus mensajes en las redes sociales.
La Fiscalía pedía también proceder contra Strawberry por un delito injurias a la Corona en relación a un tuit que publicó sobre el rey Felipe VI, pero el juez también lo rechaza por estar igualmente «integrado en el particular universo de referencias culturales provocadoras del imputado». (Postdigital/Agencias)