El diario El Mundo ha publicado este domingo un sorprendente artículo que apunta a convertirse en el tema central de las noticias del día y probablemente de la próxima semana.
Según narra el artículo, el director de ese diario, Pedro J. Ramírez, mantuvo una reunión de cuatro horas con el ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas pocos días antes de su entrada en prisión el pasado 28 de junio. Durante ese encuentro, Bárcenas habría confesado al periodista todo tipo de asuntos escabrosos relacionados con la trasera del PP, apuntando directamente a la financiación ilegal del partido a lo largo de las dos últimas décadas.
“Durante al menos los últimos 20 años el PP ha estado financiándose de forma ilegal, recibiendo donaciones en metálico de constructores y otros empresarios que a su vez obtenían adjudicaciones o contratos de las administraciones gobernadas por el partido”.
“Parte del dinero entregado se ingresaba en las cuentas bancarias del partido, parte se destinaba a pagar en negro el sobrecoste de las campañas electorales para eludir la fiscalización del Tribunal de Cuentas y otra parte se quedaba en la caja fuerte y era utilizado para otros fines”.
El artículo asegura que Bárcenas identifica esos “otros fines” con el pago trimestral de sobresueldos en metálico al presidente, el secretario general y los vicesecretarios del Partido Popular, cuyo pago se habría realizado en las oficinas del partido cuando este estaba en la oposición y en los propios ministerios públicos cuando se hallaba en el Gobierno.
Acusando como responsable a Mª Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP y presidenta de Castilla La Mancha, Bárcenas describiría en esa conversación cómo realizó el cobro de una comisión de 200.000 euros a cambio de la adjudicación de una contrata municipal en Toledo a una empresa de construcción cuyo propietario aparece en los famosos “papeles de Bárcenas” como donante del partido. Para esta acusación y según el extesorero, existirían documentos acreditativos que el mismo Bárcenas mostró a Mariano Rajoy, a lo que el presidente respondió echándose las manos a la cabeza: “¡Por Dios, Luis, cómo puedes tener estos papeles”.
El motivo por el que Bárcenas habría enseñado los documentos a Rajoy sería el de presionar al presidente para que controlara a Cospedal, a la que hacía responsable de las noticias aparecidas en la prensa que le eran desfavorables. Bárcenas habría dicho entonces al presidente: “¡Me están machacando! O le paras los pies a esa tía o te quedas sin secretaria general”. Rajoy habría pedido templanza a Bárcenas apuntando que el extesorero estaría siendo “víctima de una persecución política” dirigida en realidad hacia Rajoy.