«Tenemos la necesidad de reformar cómo nos enfrentamos a la regulación financiera (…). La ley Dodd-Frank es una política desastrosa que está entorpeciendo los mercados y reduciendo la disponibilidad de crédito», ha asegurado el portavoz presidencial, Sean Spicer, en su rueda de prensa diaria.
Trump ha rubricado los decretos en el Despacho Oval después de sostener un encuentro con destacados líderes empresariales como el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon; la consejera de General Motors, Mary Barra; y el consejero de General Electric, Jack Welch, entre otros.
Al comienzo de la reunión, el presidente estadounidense ha criticado que hay «mucha gente», como amigos suyos, que tienen «buenos negocios y no pueden pedir dinero prestado debido a las normas y regulaciones de Dodd-Frank».
La primera de las órdenes firmadas por Trump urge a una revisión integral de esta ley, algo defendido por parte de la industria financiera; mientras que la segunda analiza cómo revertir una norma que fija las condiciones de inversión de los planes de jubilación de los trabajadores.
Para llevar a cabo la revocación de la reforma financiera, no obstante, el presidente estadounidense necesita el respaldo del Congreso, algo para lo que buscará la ayuda de la mayoría republicana (su partido) en ambas cámaras.
(Agencias)