Una manifestación contra la privatización de la empresa de recogida de basuras y el despido de sus trabajadores en la localidad madrileña de Alcorcón terminó anoche en una batalla campal, que se saldó con quince personas detenidas y numerosos heridos.
La manifestación, que había sido convocada para las seis de la tarde, transcurrió durante más de dos horas de forma pacífica y sin incidentes hasta la lectura del manifiesto en la plaza del Ayuntamiento de Alcorcón en torno a las ocho y media, y ha sido calificada como la mayor movilización en la historia de la localidad, con el seguimiento de miles de vecinos en apoyo a sus empleados municipales en huelga.
Los trabajadores de la empresa pública Esmasa, Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón, se hallan en paro laboral desde hace doce días como medida de lucha contra la privatización del servicio de recogida de vidrio, cuya gestión pretende ser externalizada por el Ayuntamiento, a pesar de haber firmado un acuerdo con los trabajadores con el que se comprometía a mantener los servicios actuales a cambio de una rebaja salarial del 20%.
Aparte del recorte salarial, 19 empleados de Esmasa han sido despedidos ya este año, además de los 55 despedidos el año pasado, y, según indican los representantes sindicales, existe la intención por parte del alcalde de Alcorcón, David Pérez, de seguir reduciendo la plantilla de trabajadores públicos en el servicio de recogida de basuras.