
Las conmovedoras imágenes del pleno del Ayuntamiento de Toledo del pasado jueves dieron la vuelta a las redes sociales mostrando el desplante de los concejales del Partido Popular a los familiares de niños con cáncer, que pretendían exponerles la dura situación por la que pasan sus hijos debido a los recortes en Sanidad realizados, que han dejado el hospital de Toledo con una gran falta de personal y medios.
Sin atender siquiera al inicio de la exposición de la madre de un niño enfermo, todos los concejales del grupo popular excepto una se levantaron y abandonaron la sala, ante el estupor de los afectados presentes, algunos de los cuales no pudieron evitar las lágrimas.
La siguiente carta ha sido escrita por uno de esos padres, que ese día se encontraba en el Pleno.
“¿En qué estamos fallando cuando personas de esta catadura moral y humana pueden llegar a gobernar a nuestra sociedad?”
“Mi nombre es Fernando, padre de una joven oncológica actualmente en tratamiento, en el hospital «Virgen de la Salud» de Toledo.
Me dirijo a todos los ciudadanos para que escuchen las verdades de un padre que asistió al pleno del día 15 de mayo del 2014, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Toledo, un pleno en el que se denigró, maltrató y despreció a unos padres que en ningún momento, repito, en ningún momento faltaron al respeto, a ningún representante de la ciudadanía, solo los miembros del Grupo Municipal del Partido Popular faltaron a las más elementales leyes de humanidad, dignidad y respeto. Solo una señora del grupo se quedó en su asiento, Ana Isabel Bejarano, a la cual le agradecimos su humanidad, dignidad, y actitud ante nuestras reivindicaciones.
El resto de miembros del PP abandonaron sus asientos, el señor Arturo García-Tizón el primero, al cual le quise entregar el documento que se iba a leer. Y me respondió y cito palabras textuales: «no me importa nada» y solo pude contestarle: «soy padre de una niña oncológica» y volvió a decir «no me interesa». La sensación de impotencia que sientes, ante estas palabras realizadas por un representante de los ciudadanos, que ante todo se debe a la ciudadanía, la falta de la más mínima humanidad, comprensión, tacto y respeto no solo a los padres (también faltó a nuestros hijos, que ya tienen bastante con el calvario que pasan), hace que este señor no merezca la calificación de persona, y menos de ser representante del pueblo.
En lo más profundo de mis convicciones humanas, sociales e ideológicas me pregunto ¿en qué estamos fallando cuando personas de esta catadura moral y humana pueden llegar a gobernar a nuestra sociedad? Concienciémonos de todo lo ocurrido, tenemos todavía tiempo para cambiar esta sinrazón que siempre ataca a los más débiles.
Gracias por su tiempo, el que tal vez falte a nuestros hijos”.