A la chita callando, así ha colado el Consejo de Ministros del pasado 29 de diciembre la aprobación de un “ajuste del 50%” del gasto público “desde el 1 de enero y hasta la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018”, unos presupuestos que no consigue sacar adelante por no tener aún el apoyo de suficiente de otros partidos, especialmente el PSOE.
Queda fuera de esta limitación, sin embargo, la revalorización de las pensiones, que será de cualquier modo de un irrisorio 0,25% este año.
Una vez llegado al gasto del 50%, los organismos tendrán que pedir permiso al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que tendrá el poder de decidir si se trata de un gasto urgente extra de extrema necesidad para dar su autorización. Además, el interventor de cada ministerio está obligado a informar y documentar ante Hacienda todos los gastos o inversiones a los que destine el dinero.