Un equipo de científicos coreanos del Instituto de Investigación de Cetáceos de Ulsan ha podido presenciar, durante un estudio en el Mar del Este, una imagen extraordinaria registrada por primera vez en vídeo: un grupo de delfines trabajando en equipo para intentar salvar la vida a un compañero moribundo.
Los científicos se hallaban siguiendo a una manada de 400 delfines comunes costeros cuando se apercibieron del extraño comportamiento de un grupo de éstos, que se había separado del grueso de la manada y nadaba muy lentamente en las proximidades de la embarcación.
Según pudieron observar, se trataba de alrededor de una docena de individuos que rodeaban a un delfín adulto malherido y que, estableciendo turnos, se organizaban de modo que cinco de ellos siempre conformaran con sus cuerpos una especie de balsa que permitiera al compañero necesitado sostenerse sobre la superficie, ayudándole a mantener el equilibrio al empujarle desde el costado y por debajo, así como a alzar con su pico la cabeza del herido para que éste pudiera respirar.
Aunque al inicio el delfín aquejado aún se movía y chapoteaba débilmente por sobrevivir, poco a poco sus movimientos se fueron haciendo menos visibles hasta que se hizo evidente que había dejado de respirar. Sin embargo, los delfines ayudantes aún continuaron sosteniéndole, nadando por debajo de él, mientras le frotaban y acunaban con sus cuerpos.
No es la primera vez que se han observado comportamientos semejantes entre los cetáceos. En varias ocasiones se han podido presenciar a uno o dos delfines mulares tratando de ayudar a sus crías moribundas cerca de la superficie, pero jamás a un grupo tan numeroso y organizado, y nunca antes había podido ser grabado con una cámara por el ser humano.
Como otras tantas veces, una buena lección de compañerismo desde el mundo animal.