Tras reunirse con trece miembros de organizaciones por los derechos humanos y algunos abogados, el ex-espía Edward Snowden -buscado por los servicios de inteligencia estadounidenses por haber denunciado la trama de espionaje internacional de la nación- se ha comunicado finalmente hoy de modo público tras tres semanas de silencio y una larga estancia en el aeropuerto de Sheremétievo en Moscú, desde donde Snowden había pedido asilo político a 27 países. Al requerimiento de asilo respondieron positivamente Rusia, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua, pero a pesar del deseo de Snowden de residir en Sudamérica, finalmente se ha visto obligado a aceptar el ofrecimiento de asilo temporal de Rusia ante la imposibilidad de viajar debido al cerco al que se ve sometido por parte de sus país. El ex-técnico de la NSA tenía reticencias sobre Rusia debido a las condiciones que imponía Putin para asilarle: que abandonara cualquier actividad que perjudicara a Estados Unidos.
El comunicado oficial de Edward Snowden es el siguiente:
Hola. Mi nombre es Ed Snowden. Hace algo más de un mes, tenía una familia, una casa en el paraíso, y vivía muy cómodamente. También podía buscar, incautar y leer tus comunicaciones. Las tuyas y las de cualquiera, en cualquier momento. Esto es, tenía el poder de cambiar los destinos de la gente.
También es una seria violación de la ley. Las cuarta y quinta enmiendas a la constitución de mi país, el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y numerosas leyes y tratados prohiben sistemas de vigilancia masiva y omnipresente. A pesar de que la Constitución de Estados Unidos señala a estos programas como ilegales, mi Gobierno argumenta que unas decisiones judiciales secretas, que el mundo no está autorizado a ver, de alguna forma legitiman un asunto ilegal. Estas decisiones simple y llanamente corrompen la más básica de las nociones de justicia – que esta debe verse para que se pueda hacer. Lo inmoral no puede convertirse en moral usando leyes secretas.