
El coste de un trabajador en la actualidad es 33 euros más bajo para las empresas que hace cinco años, según se desprende de los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del primer trimestre de 2017, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y, según el cual, los trabajadores reciben ahora 12 euros menos que en el mismo trimestre de ese año.
De este modo, los trabajadores han seguido perdiendo poder adquisitivo desde que comenzó la crisis aunque las empresas se ha ido recuperando y elevando sus beneficios, teniendo en cuenta que el coste salarial por trabajador descendió en el primer trimestre del año un 0,2% respecto del mismo trimestre del año anterior, la tercera caída consecutiva en términos anuales, mientras el coste laboral total no ha variado.
Según denuncia el sindicato UGT, este dato es resultado de la gestión económica del Gobierno del PP, que ha provocado «una mayor devaluación salarial, la continuación de un modelo competitivo basado en la continua rebaja de los costes laborales y el empobrecimiento de la mayoría trabajadora de España».
Para el sindicato, el discurso «autocomplaciente» del Gobierno del PP «no se compadece en absoluto con la realidad que están viviendo las familias españolas, que ven cómo su bienestar se reduce a pesar d que el PIB aumenta».
«Esta situación tiene mucho que ver con el aumento de la precariedad laboral que ha provocado la reforma laboral de 2012, que ha hecho que el empleo que se crea sea mayoritariamente temporal y a tiempo parcial involuntario», afirma el sindicato, y agrega que “no es posible que los salarios no ganen poder de compra en 2017 con la economía creciendo el 3% y con las empresas obteniendo cuantiosos beneficios y repartiendo elevados dividendos».
Por ello, la organización sindical cree que el aumento de la patronal, con incrementos de entre el 1% y el 2% (más un 0,5% adicional vinculado a la productividad), resulta «muy insuficiente», porque «implica que la práctica totalidad de los trabajadores sufran una nueva pérdida de poder de compra».
También cree que la recuperación económica «no puede ser considerada como tal si no beneficia a la mayoría social». Para ello, UGT considera que «es imprescindible» que se cree empleo de calidad y que los salarios aumenten por encima de los precios.
«El objetivo no es que crezca el PIB para unos pocos, sino que aumente el desarrollo del país para la inmensa mayoría», según UGT, que también ha instado a la patronal y al Gobierno a recapacitar y situar sus propuestas en esta línea, ya que, si no, «el diálogo social no tiene sentido».