La dramática situación en la que el Gobierno del Partido Popular ha dejado a RTVE ha llevado a su presidente, Leopoldo González-Echenique, a presentar hoy su dimisión, tras recibir la negativa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a destinar 130 millones de los Presupuestos Generales del Estado para mantener a flote el ente público.
Como condición para recibir la inyección de capital que solicitaba Echenique, Montoro había impuesto que se ejecutara un ERE en la empresa pública, un recorte en la plantilla de trabajadores al que Echenique se ha negado.
Echenique asumió el cargo de presidente de RTVE en junio de 2012 por nombramiento del Consejo de Ministros, en un momento muy complejo para la televisión pública, que sufría un recorte de su presupuesto anual y cuya crisis de audiencia se ha ido agudizando conforme avanzaba la legislatura del Partido Popular.
El anuncio de la dimisión de Echenique ha tenido lugar durante la reunión del Consejo de Administración de RTVE celebrado esta mañana, a cuya finalización se hará efectiva su renuncia.
El artículo 13.2 de la Ley de Radiotelevisión Española establece el cese de todos los miembros del Consejo de Administración en caso de graves desfases presupuestarios y RTVE se halla en una muy difícil situación al presentar pérdidas de más de 700 millones de euros, tal y como reconoció el propio Echenique en la comisión mixta de control a RTVE celebrada el pasado mes de junio.
Continuados recortes presupuestarios
En los últimos tres años, la asignación presupuestaria del Gobierno se ha reducido en 704 millones de euros, pero Echenique señaló que no sólo es un problema del Ejecutivo, sino que hay otras causas que han contribuido a reducir los ingresos de RTVE, como las tasas de los operadores de telecomunicaciones (de 180 millones se ha pasado a 113 este año) o de televisión (de 90 a 55).
Echenique achacó la «complicada» situación de la Corporación al «escaso margen de maniobra» que da la actual Ley de Financiación para obtener ingresos, y subrayó que RTVE «depende de las subvenciones públicas y de los recargos que pagan los operadores de televisión y de telecomunicaciones».
No obstante, recordó que «en menos de dos años» se ha pasado de un gasto de 1.200 millones a 960 millones, lo que supone un 25 por ciento menos.
Caída en picado de la audiencia
Desde la llegada del Partido Popular al Gobierno, los datos de audiencia de la televisión pública española han ido cayendo sucesivamente de modo alarmante debido a la mala gestión realizada por los directivos designados por el partido, tal y como han señalado repetidamente sus trabajadores, que han llevado a TVE-1 a situarse por detrás de Antena 3 y Telecinco, según las cifras de Barlovento Comunicación con datos de Kantar Media del pasado 1 de septiembre.
Las graves caídas en la audiencia están muy relacionadas con la falta de confianza de muchos telespectadores en las noticias ofrecidas por los informativos de la cadena de televisión pública, según sus propios trabajadores, cuyo Consejo ha emitido sucesivos comunicados denunciando manipulación política en las informaciones ofrecidas por la cadena así como contrataciones irregulares con fines partidistas y el intento de una privatización encubierta. (Postdigital/Agencias)