Con una votación secreta, en papeleta y urna, y con unos controles de seguridad extraordinarios en la tribuna de invitados del Congreso para evitar posibles protestas, la propuesta del PSOE para que el anteproyecto de la Reforma de la Ley del Aborto de Gallardón sea retirado ha resultado rechazada este martes con 183 votos en contra, 151 a favor y 6 abstenciones, 340 votos en total de los 350 diputados que componen el hemiciclo.
Todos los grupos políticos que han tomado la palabra, a excepción de Unió Democràtica de Catalunya (con 6 diputados dentro de CIU) han apoyado la posición contraria a la del Partido Popular, y de los grupos sin intervención en el debate, sólo UPN y Foro Asturias, con un diputado cada uno, habían mostrado su apoyo a Gallardón. El resto de grupos ha expresado con vehemencia su rechazo a la reforma de la ley vigente.
“No voten como diputadas lo que no votarían como mujeres, sean libres y déjennos ser libres” ha sido la frase pronunciada por la socialista Elena Valenciano como final de la primera intervención en la cámara contra la restrictiva reforma del Partido Popular. Sin embargo, la disciplina de partido parece haber imperado sobre la opinión individual, donde, teniendo en cuenta las cifras (175 votos de los populares), tan sólo cuatro diputados se puede asegurar que han votado de manera contraria al mandato de su partido.