“Algunos comercios intentan tomar el pelo a los consumidores falseando los precios de una parte de sus productos para hacerles creer que tienen importantes descuentos que en realidad no existen o están hinchados”, alerta la organización en defensa de los consumidores FACUA-Consumidores en Acción, que advierte también de que “hay empresas que en los días previos al ‘Black Friday’ incrementan los precios de muchos productos para después devolverlos a su importe original durante la campaña comercial del cuarto mes de noviembre”.
El 83% de los consumidores desconfía del ‘Black Friday’
El 83% de los consumidores creen que la gran mayoría de comercios oferta falsos descuentos en una parte de sus productos durante el Black Friday. El 10% piensa que estas irregularidades son cometidas por la mitad de las empresas, mientras el 6% dice que son muy pocas las que ofertan falsos descuentos y sólo el 1% cree que ninguna incurre en estas prácticas.
Así lo refleja una encuesta realizada por FACUA en la que han participado 11.212 usuarios, y que difiere muy poco de las realizadas en años anteriores, con un 82% de los encuestados que consideraban que la mayoría de firmas falseaban los descuentos durante el ‘Black Friday’ en 2016 y un 83% el año anterior.
La asociación invita a utilizar la etiqueta #BlackFraude para denunciar estos timos en las redes sociales. A través de esta campaña, FACUA pretende que los consumidores se conviertan en cazadores de fraudes para destapar las irregularidades que cometen ciertas empresas.
En caso de que la tienda asegure que un producto tiene un descuento y éste en realidad no exista o su porcentaje de bajada no se ajuste a la realidad, los consumidores pueden realizar fotografías y difundirlas a través de las redes, además de presentar denuncias ante las autoridades autonómicas de protección al consumidor para que apliquen sanciones.
Recomendaciones de FACUA
FACUA aconseja a los consumidores que no se dejen cegar por los enormes descuentos que supuestamente se aplican en muchos productos y valoren tres elementos esenciales antes de realizar compras: si el precio final es realmente razonable, si el producto resulta necesario o si representa un capricho asumible que no provocará un arriesgado aumento de sus niveles de endeudamiento.