
Los trabajadores del Servicio de Informativos de Televisión Española han llegado al límite, después del último de una larga cadena de despidos en el ente público que comenzó con la salida de Ana Pastor de TVE y a la que califican, en un durísimo comunicado, de “purga” y “caza de brujas” llevada a cabo por el Partido Popular,
Tras una asamblea de profesionales celebrada ayer por la tarde en la sede de Torrespaña, esta decidió de forma unánime denunciar “los cambios realizados en los últimos meses en los Servicios de Informativos de la televisión pública, que intentan crear una redacción sumisa y al servicio del poder político, alejada de las preocupaciones ciudadanas y dedicada a labores de propaganda gubernamental”.
El último de los despidos ordenados, el de la periodista de Barcelona Cristina Puig, así como el relego a desarrollar tareas en el ámbito de la información para sordos de quien ha sido el encargado de la información de Laboral durante los últimos seis años o la externalización de sectores críticos entre otros motivos hace pensar a los periodistas “pensar que estamos ante una estrategia de ‘provocación y miedo’ por parte del la Dirección encabezada por José Antonio Álvarez Gundín”.
Para los trabajadores, estas “prácticas anti-periodísticas”, que están conduciendo a “aberraciones informativas”, tienen “sin ninguna duda un trasfondo ideológico” y “atentan contra la profesionalidad”.
No es la primera vez que los profesionales de la información denuncian las prácticas abusivas del Gobierno y la manipulación política de los informativos de la televisión pública española, tras un 2014 de protestas de los trabajadores por el “desmantelamiento de TVE”.
Comunicado íntegro del Consejo de Informativos
El CdI RECHAZA LA INSTAURACIÓN DE UN RÉGIMEN DE PROVOCACIÓN Y MIEDO EN LA REDACCIÓN
El Consejo de Informativos de TVE, con el respaldo unánime de la asamblea de profesionales celebrada esta tarde en Torrespaña, quiere denunciar los cambios realizados en los últimos meses en los Servicios Informativos de la televisión pública que intentan crear una redacción sumisa y al servicio del poder político, alejada de las preocupaciones ciudadanas y dedicada a labores de propaganda gubernamental. En esa estrategia a esta dirección le estorban los profesionales que no hace mucho tiempo convirtieron estos mismos Servicios Informativos en un motivo de orgullo dentro y fuera de nuestras fronteras.
En este año electoral se ha agudizado el proceso de «purga» o «caza de brujas» iniciado hace ya más de dos años. Así hemos asistido en los últimos tiempos a la toma de decisiones que han supuesto el ostracismo o la marginación de profesionales de reconocido mérito y trayectoria.
Especialmente significativo es que una gran parte de esa «purga» se ha desarrollado en el área de Economía, al frente de la cual esta dirección, con la opinión contraria del CdI, ha colocado a Cecilia Gómez Salcedo, distinguida por elaborar «listas negras» y clasificaciones ideológicas de los trabajadores de los Servicios Informativos cuando tuvo responsabilidad directiva hace dos años.
El despido, supuestamente disciplinario, de una compañera de la redacción de Barcelona; el traslado a programas no diarios de los expertos en información laboral de la redacción de telediario; la marginación de editoras adjuntas de las mañanas del Canal 24 Horas y otros acontecimientos recientes, como las «purgas» y contrataciones externas en áreas sensibles de informativos, nos hacen pensar que estamos ante una estrategia de «provocación y miedo» por parte del la Dirección encabezada por José Antonio Álvarez Gundín.
Este CdI rechaza con firmeza estas decisiones, que tienen sin ninguna duda un trasfondo ideológico y que atentan contra la profesionalidad, el mérito y la trayectoria de numerosos compañeros que han sido marginados en estos últimos tiempos, algo que ha provocado el desánimo y una creciente preocupación por el futuro de TVE.
Este Consejo de Informativos denuncia además que estas prácticas anti-periodísticas están conduciendo a aberraciones informativas como, por ejemplo, que en un mismo telediario se dedicasen solo unos pocos segundos a informar de las denuncias del Consejo de Europa por las devoluciones en caliente de inmigrantes o a la comparecencia ante el juez por corrupción de Sonia Castedo, ex-alcadesa de Alicante, mientras se empleaban casi cuatro minutos en informar del Día de la Croqueta.