Los impuestos a las grandes fortunas generan menos de 60 céntimos de cada diez euros que recauda el fisco en la Unión Europea, mientras que las tasas al consumo y sobre la renta, que afectan en mayor medida al ciudadano medio, representan ocho de cada diez euros que llegan a las arcas públicas, según un análisis de la ONG Oxfam.
En concreto, en 2022 los impuestos sobre el patrimonio representaron un 5,8% de la recaudación fiscal en el bloque comunitario y los aplicados a los réditos del capital, incluido el impuesto de sociedades, un 16,2% de la misma.
Mientras, los impuestos sobre el trabajo, en particular el de la renta, representaron más de la mitad de lo recaudado por el fisco (50,6%) y las tasas al consumo, como el IVA, el 27,3%, según el estudio de Oxfam, que usa datos de Eurostat y la Comisión Europea. «Los impuestos que afectan desproporcionadamente a los europeos corrientes (al consumo y trabajo) generan 13 veces más ingresos que los impuestos sobre el patrimonio, que son pagados sobre todo por los superricos», dijo la organización en un comunicado.
En España la distribución es similar: el 50,6% de la recaudación procede de impuestos al trabajo, el 25,77% de tasas al consumo, un 14,9% de gravar las rentas del capital y un 8,72% de impuestos sobre el patrimonio.
Aunque las grandes fortunas también pagan impuestos sobre la renta y al consumo, estos impactan más a los europeos más pobres, ya que se llevan una parte proporcionalmente mayor de sus ingresos: al contrario que los más acaudalados, estos tienen menos fuentes de ingresos alternativas al trabajo y destinan una mayor parte de los mismos a comprar bienes y servicios esenciales, como comida.
Oxfam recuerda que en 2022, el 1% más rico poseía un cuarto de todo el patrimonio personal de la UE y los ultrarricos (unas 3.650 personas que representan el 0,001% de la población) aumentaron su riqueza en un 237%, y subraya que mientras los impuestos a este colectivo se han reducido en los últimos años, los que afectan más al europeo medio, han subido.
Entre los años 2000 y 2023, el tipo impositivo medio aplicado en la UE a las rentas más elevadas bajó del 44,8% al 37,9%, y el aplicado a las empresas más grandes cayó del 32,1% al 21,2%. Sin embargo, entre 2010 y 2022, el tipo medio del impuesto sobre las rentas del trabajo pasó del 33,3% al 34,8%, y el de las tasas al consumo subió del 17,7% al 18,7%, de acuerdo con la organización.
«Los ultrarricos acumulan más de lo que pueden gastar mientras esquivan impuestos y el resto soportamos sobre nuestros hombros la mayor parte de la carga impositiva mientras intentamos llegar a fin de mes. Un impuesto europeo al patrimonio no es solo urgente, es justo», dijo en un comunicado la experta en fiscalidad de Oxfam UE, Chiara Putaturo.