Ni PP ni Ciudadanos apoyan la huelga feminista del 8 de marzo, secundada por más de 200 colectivos y convocada en 170 países.
“Es una forma de visibilizar todo lo que hacen las mujeres, para ver lo que ocurre un día sin nosotras”, explicó María Álvarez, portavoz de la Comisión 8-M, la plataforma de organizaciones feministas que ha convocado la huelga y ha conseguido el respaldo parcial de los sindicatos, los únicos habilitados para convocar una huelga laboral. A pesar de que la huelga feminista dura 24 horas y cubre “todos los ámbitos de la sociedad”, CC OO y UGT respaldan solo paros de dos horas por turno, en los que han incluido a los hombres,sin embargo CGT apoya el paro total. Para las convocantes de la huelga, sin embargo, “es importante que sea exclusiva de mujeres y que los hombres no participen y se hagan cargo de los cuidados mínimos y de apoyar y concienciar”.
Los partidos políticos Podemos e Izquierda Unida han mostrado su apoyo; el PSOE secunda los paros de dos horas; y Ciudadanos y PP no la respaldan. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, anunció su oposición porque se reivindicaban “otras cuestiones ideológicas». En la misma línea, los populares no comparten las críticas al Pacto de Estado contra la Violencia de Género ni al capitalismo, que “pretenden romper nuestro modelo de sociedad occidental” y enfrentar a hombres y mujeres, y tilda la huelga de “frívola”, “insolidaria», “irresponsable” y “elitista”. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, afirmó que no está de acuerdo en que las mujeres hagan huelga en reivindicación de sus derechos, pues no le ve «trascendencia ni relevancia para las mujeres» y considera que deberían participar ambos géneros.
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La protesta apunta a erradicar la violencia machista, acabar con el 24% de brecha salarial -la tasa de desempleo femenino es un 3,5% superior, un 74% de los empleos a tiempo parcial los ocupan mujeres y estas cobran un salario inferior a unos 6.000 euros anuales- y destacar que la mayoría de cargas y cuidados familiares recae sobre ellas – dedican el doble de horas al trabajo no pagado que los hombres-. “Pararemos en las aulas porque queremos una educación que no acentúe los tópicos sexistas y para que los centros sean lugares seguros para las adultas jóvenes y niñas. Pararemos en los puestos de trabajo porque vivimos en un sistema que nos explota y no reconoce ni social ni económicamente nuestra labor.