El ministro de Industria, José Manuel Soria, visitó este lunes a los heridos de la tragedia de Pozo Emilio del Valle que acabó el lunes pasado con la vida de seis mineros por un escape de gas. Muchos de ellos no quisieron recibir al ministro.
La actitud represiva del Partido Popular contra la minería desde que entró en el Gobierno ha sido la consecuencia de la negativa de los mineros a entablar contacto con José Manuel Soria. El rechazo al gobierno del partido conservador y al ministro de Industria es prufundamente mayoritario en la comunidad minera.
“Me consta que alguno no quiso verle y pidieron cerrar la cortina. Hay que diferenciar lo que fue la negociación con lo que está pasando ahora, pero nos ha dado de lado, nos ha llamado privilegiados. Que se lo diga ahora a las viudas y a los huérfanos. El ministro es una persona non grata”, ha comentado el responsable de minería del sindicato Fitag-UGT y secretario del comité de empresa de la Hullera Vasco Leonesa, José Antonio Colinas.
El suceso, considerado el peor en el sector minero de los últimos 18 años, ocurrió al abrirse una bolsa de gas grisú cuando once hombres trabajaban a 694 menos de profundidad en la mina del municipio leonés de Pola de Gordón. Seis de ellos murieron en el acto, por tratarse de un gas inodoro y silencioso que escapó de forma súbita. Fueron los mismos mineros los que acudieron inmediatamente a asistir a sus compañeros, resultando algunos de ellos también afectados gravemente por los efectos nocivos del gas, motivo por el cual hubieron de ser trasladados con urgencia al hospital.
Los heridos se encuentran en el Complejo Asistencial de León y evolucionan favorablemente.