
Izquierda Unida-Unidad Popular ha presentado finalmente esta mañana ante el Tribunal Supremo la querella criminal contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, por “estampar su firma” en el polémico acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para deportar a este país a los refugiados que lleguen a Europa a través de sus fronteras, a pesar de tener en contra al Parlamento español.
Acabamos de presentar la querella a Rajoy en el Tribunal Supremo, por delitos de lesa humanidad. #QuerellaRajoy pic.twitter.com/Fj1BV3mfQN
— Alberto Garzón (@agarzon) 7 de abril de 2016
En la querella se denuncia a Rajoy por “presuntos delitos de lesa humanidad, delito cometido con ocasión de conflicto bélico, delitos contra la integridad moral y delitos cometidos por los funcionarios públicos contra otros derechos individuales”.
El documento presentado, de 140 páginas, señala la “ilegalidad” del “contrato de la vergüenza” firmado por la UE y Turquía el 18 de marzo, y expone que “supone un enmascaramiento de las intenciones reales de los Gobiernos de los estados miembros de la UE, que no son otras que impedir por la fuerza que los refugiados lleguen hasta la UE, ignorando deliberadamente, de paso, las violaciones de derechos humanos de las autoridades turcas en todos los ámbitos y, especialmente, con los refugiados”.
Turquía, el «matón de discoteca» de la UE
Denuncian el “fraude ley” del acuerdo al sustituir el término “refugiados” por “migrantes irregulares” para sortear el derecho internacional, que define y protege la figura del “refugiado” obligando a dar asilo a las personas desprotegidas internacionalmente, mientras que la de “migrante irregular” supone haber entrado ilegalmente en un país y justifica la expulsión.
En el texto de la querella se apunta también que el acuerdo con Turquía establece el cierre y sellado de las fronteras con la UE, encomendando a Turquía la labor y responsabilidad en su ejecución material, un país que “cuenta con una dilatada experiencia en la violación de Derechos Humanos” y del que es notorio el “trato inhumano y degradante que está dando a numerosos refugiados”, denunciado por el Observatorio Sirio por los Derecho Humanos, como el asesinato de al menos 16 personas, incluidos menores, que intentaban cruzar la frontera entre Siria y Turquía. Unos hechos que los querellantes consideran “de extrema gravedad».
Los refugiados “huyen de la guerra y el terrorismo y lo que se encuentran en Europa son campos de detención”. Para el diputado de IU en el Congreso Alberto Garzón, “Turquía es el matón de discoteca de la UE, que recibe en la puerta a los refugiados para maltratarlos”.
“Sustanciosa recompensa” para Turquía
El acuerdo, señala la querella, ofrece a Turquía una “sustanciosa recompensa” por interceptar a todas las personas que pretenden llegar por mar a Europa: “reactivar las negociaciones de la adhesión de Turquía a la UE y liberalizar los visados de los ciudadanos turcos en territorio Schengen”.
En términos económicos por las contraprestaciones que recibirá Turquía, estaríamos ante un “contrato abusivo, leonino”, según el texto de la querella, ya que “nos han estafado al menos 6.000 millones de euros a los ciudadanos europeos, pues sería más barato retornar a los inmigrantes irregulares directamente a su país de origen desde el país de llegada” y no a través de Turquía.
“Lo que han hecho en este acuerdo es un contrato mercantil por el cual están trabajando con una mercancía nueva, que es el ser humano, y que es una mercancía maltratada”, ha señalado Alberto Garzón a las puertas del Tribunal Supremo.