
El juez Elpidio José Silva ha advertido este jueves que tiene previsto «en algún momento» contar a la ciudadanía «todo lo sucedido alrededor del caso» Blesa y que esto generará «una situación inconstitucional insostenible».
«Los ciudadanos deberían conocer qué alianzas hay entre corruptos, medios de comunicación, elementos institucionales y elementos de la casta política. En cualquier momento puede ser mi momento», ha afirmado con rotundidad. Ha añadido que por ahora no lo hará «por prudencia», pero que «no se va a poder tapar este volcán».
En las misma rueda de prensa que ha concedido hoy, Silva ha afirmado que la causa que le ha abierto el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por supuestos delitos de prevaricación, contra la libertad individual del exdirector de Caja Madrid y por suspuesto retraso malicioso durante el proceso de investigación al exbanquero » está basada en «mentiras» y «falta a la verdad».
«Mi instrucción es correcta y no he cometido ningún error, ni siquiera procesal», ha dicho Silva, además ha recalcado que no se arrepiente y que según pasa el tiempo considera «más acertado» haber enviado a prisión a Blesa, mientras que la Audiencia Provincial de Madrid, al dejarlo en libertad, ha causado «un daño impresionante» a los ciudadanos.
El magistrado también ha agradecido el apoyo ciudadano y de colectivos sociales que está recibiendo así como el «movimiento de indignación de un sector muy amplio de la ciudadanía». «El respaldo que siento de los ciudadanos, que no pueden entender qué está sucediendo, me anima y me estimula mucho más de lo que recibo de las Administraciones».
La rueda de prensa del magistrado se produce sólo un día después de que una fuente anónima sacara a la luz a través de eldiario.es los correos privados de Miguel Blesa con sus colaboradores en 2009, que formaban parte de la investigación judicial que le llevó a la cárcel. Se trata de unas misivas donde el exbanquero celebraba su gran éxito en la estafa de las preferentes de Caja Madrid, que hizo perderlo todo a miles de pequeños ahorradores. En dichos correos, el número dos de Blesa, Matías Amat Roca -director de Negocio de Caja Madrid hasta 2010- afirmaba sobre la colocación indiscriminada de preferentes que «si a los sindicatos no les gusta, probablemente es buen producto», a lo que Blesa respondía en un supuesto tono irónico con un «y eso que habíamos engañado a los clientes».
El acceso a los más de 8.000 correos electrónicos de Miguel Blesa le había sido prohibido por el Tribunal Superior de Justicia al juez Elpidio José Silva, que instruía el caso, alegando que afectaban a la “estricta intimidad” del exbanquero. Sin embargo, el juez considera que estos documentos son esenciales para su defensa de la acusación de prevaricación en la querella interpuesta por la Fiscalía contra él.
Blesa ya había sido imputado en mayo de 2013 en relación al caso del crédito irregular de 26,6 millones de euros que Caja Madrid pretendía conceder al Grupo Marsans, la multinacional española del sector turístico, así como por la compraventa del City National Bank of Florida, causa por la que el juez Elpidio José Silva decretó su ingreso en prisión sin fianza ante el riesgo de que el imputado pudiera llevar a cabo, entre otras cosas, la destrucción de pruebas documentales.
Sin embargo, a los quince días de su estancia penitenciaria, la Audiencia Nacional anuló la orden judicial argumentando desproporción en las medidas dictadas contra el banquero y “facultades adivinatorias inusuales” en el juez Silva. Poco después, en julio de 2013, la Fiscalía presentó una querella contra el juez por supuesta prevaricación, detención ilegal y retardo malicioso en la administración de justicia en el caso Blesa, por la que Silva fue llamado a declarar tras ser admitida la querella por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Para defenderse de los delitos de prevaricación de los que le acusa la Fiscalía, el pasado 15 de noviembre, el juez Silva volvió a protagonizar los titulares de los diarios al vincular a Miguel Blesa con el pago de varias facturas de la trama Gürtel mientras fue director de Caja Madrid, además de relacionarle con operaciones de tráfico de armas en las que estarían implicados el expresidente del anterior Gobierno del Partido Popular, José María Aznar, y su yerno, Alejandro Agag.
La relación de Miguel Blesa con el Partido Popular a través de Caja Madrid ha sido siempre muy estrecha, llegando a inyectar un crédito de medio millón de euros a su fundación de estudios FAES -presidida por José María Aznar- en noviembre de 2008, un momento en el que Caja Madrid ya hacía aguas. La financiación de la fundación ligada al PP recayó siempre casi exclusivamente en la misma entidad bancaria, que aportó el 80% de los créditos solicitados por esta.