La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha aceptado este miércoles la victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales y ha asegurado que su equipo participará en una «transferencia pacífica del poder».
«Hoy he hablado con el presidente electo Trump y le he felicitado por su victoria. También le he dicho que le ayudaremos a su equipo y a él con su transición y que participaremos en una transferencia pacífica del poder», ha subrayado la candidata demócrata desde su alma mater, la Universidad Howard.
Harris ha asegurado que «el principio fundamental de la democracia estadounidense» radica en que cuando un candidato pierde se aceptan los resultados. «Ese principio, como cualquier otro, distingue la democracia de la monarquía o la tiranía», ha agregado.
No obstante, la vicepresidenta estadounidense ha indicado que no dejará de luchar «por la libertad, por las oportunidades, por la justicia y la dignidad de todas las personas». «Una lucha por los ideales fundamentales de nuestra nación, los ideales que reflejan lo mejor de Estados Unidos», ha dicho.
«Este no es momento de darse por vencidos. Este es el momento de arremangarnos. Este es un momento de organizarnos, movilizarnos y seguir comprometidos por el bien de la libertad, la justicia y el futuro que todos sabemos que podemos construir juntos», ha agregado.
En este sentido, ha resaltado que seguirán luchando «en las urnas, en los tribunales y en las plazas públicas». «Sé que mucha gente siente que estamos entrando en una época oscura, pero por el beneficio de todos nosotros, espero que no sea así», ha sentenciado.
Durante su discurso también ha destacado su compromiso para que las mujeres de Estados Unidos «tengan la libertad de tomar decisiones sobre su propio cuerpo», en alusión al aborto, una de sus principales medidas durante la campaña electoral.
Harris se enfrenta a una amarga derrota después de que el expresidente Trump se haya erigido como ganador virtual de las elecciones presidenciales tras superar con creces los 270 votos electorales, el umbral necesario establecido por la ley.
Con muy poco tiempo para perfilar su campaña, Harris se ha centrado en cuestiones ya conocidas para los votantes demócratas y que la perfilaban más como una figura de continuidad que como una política rompedora y favorecedora del cambio.
A nivel interno, Harris ha abanderando cuestiones como la defensa de las mujeres, las personas racializadas y los derechos de la comunidad LGTBI, y ha reivindicado la lucha contra la desigualdad y la importancia de salvaguardar el acceso al aborto y a la asistencia sanitaria.