
Los pensionistas que se jubilen hoy perderán una media de 350 euros mensuales de poder adquisitivo a lo largo de su retiro como consecuencia de las reformas de pensiones de 2011 y 2013, con las que se retrasó la edad de jubilación a los 67 años, se cambió la forma de revalorización de las pensiones y se introdujo el llamado factor de sostenibilidad, entre otras medidas.
En el conjunto del periodo 2017-2035, Afi cifra el impacto anual de la reducción de las pensiones públicas en 20.100 millones de euros en términos de valor añadido bruto, el equivalente a un 1,5% del PIB en media cada año. El descenso del empleo sería similar (unos 330.000 empleos equivalentes a tiempo completo).
En el estudio se afirma que las rentas vitalicias podrían contrarrestar estos efectos negativos al generar una demanda interna que proteja el empleo y el crecimiento económico. «Las rentas vitalicias son un instrumento idóneo para complementar la pensión pública de jubilación, alivian las presiones que existen sobre el sistema público y contribuyen a su sostenibilidad», subraya Afi.

Ventajas de las rentas vitalicias
Las rentas vitalicias son productos para el aseguramiento de rentas desde el momento de la jubilación hasta el fallecimiento. Afi destaca que desde el mismo momento en que se contratan, éstas son conocidas, ciertas y están aseguradas y permiten ajustar el consumo de los jubilados durante toda su vida a la cantidad de ahorro disponible, sin impedir que los titulares puedan hacer legados a sus herederos.