El Partido Socialdemócrata (SPD) ganó las elecciones federales alemanas del domingo con el 25,7% de los votos, frente al 24% de la coalición de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller saliente, Angela Merkel.
Por su parte, los Verdes obtuvieron el 14% de los votos, el Partido de la Libertad (FDP) el 11%, La Izquierda el 4,9% y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) el 10%.
El doble sistema alemán de votación por candidato y lista confirmaría así al Partido Socialdemócrata como principal partido en el Bundestag, o cámara baja del parlamento alemán, con 205 de los 730 escaños, mientras que la CDU tendría 194.
El SPD, liderado por Olaf Scholz, obtuvo un 5,2% más que en las elecciones de 2017, mientras que la CDU perdió un 8,8% respecto a los comicios anteriores.
«La CDU no sólo ha perdido votos, sino que ha recibido el mensaje de los ciudadanos de que ya no debe estar en el Gobierno, sino en la oposición», dijo Scholz desde la sede de su partido.
El candidato de la CDU, Armin Laschet, llamó a los demás partidos a formar una coalición «contra un gobierno de izquierdas».
En Alemania, no son los votantes los que eligen directamente al jefe de gobierno, sino los diputados, una vez que han formado una mayoría, que esta vez es especialmente difícil de formar, ya que debe reunir a tres partidos. Es la primera vez desde 1950, debido a la fragmentación del voto.
Estas elecciones también marcan el fin de los 16 años de Angela Merkel como canciller, pero su sucesor no se decidirá hasta que se negocie un acuerdo de coalición.