El Gobierno de Grecia se encuentra desde la noche del miércoles en estado de alerta, después de hacerse público un comunicado firmado por veteranos del ejército griego. En dicho comunicado se exige la renuncia del propio presidente y la disolución del Parlamento y se convoca a todo el país a manifestarse en la Plaza Syntagma mañana 28 de septiembre.
Los convocantes de la protesta han sido acusados por el Gobierno de intentar dar un golpe de Estado. Los militares griegos, por su parte, han acusado a los medios de comunicación de tergiversar sus intenciones.
El comunicado, firmado por la Asociación de Reservistas de las Fuerzas Especiales (KEED), exige al gobierno conservador de Antonis Samaràs la disolución del Parlamento y la renuncia del Gobierno, además de romper con la Troika, devolver la soberanía económica al país y un conjunto de medidas contra la inmigración para defender las fronteras del país heleno.